No sé si les puede el miedo o la timidez. Si confiaban, quizás, que un libro saltaría por arte de magia hasta sus manos y las páginas les entrarían por los ojos. Pues no. Hay que tocar. Acercarse a las cosas y tocarlas, chapotear en la arena, con brío. Ser como Céline en Antes del amanecer y decirle que sí a Jesse, bajarte con él en Viena.
Nada de historias incompletas o por empezar. En los libros, las historias arrancan en cuanto los abres.Así creaba Bastian La Historia Interminable: se había atrevido a hacerse con el libro, a leerlo. Cuando entiendes eso, tu poder creador, que está bien pedir pero también tienes que poner de tu parte, actuar, entonces, un día te asomas a la ventana y te das cuenta de que puedes explorar todas esas rutas secretas.


A veces da miedo acercarse a los libros Quieres caer pero no puedes por dinero, tiempo o lo que sea pero quieres Y a veces esperar a "que salte" el libro funciona Por eso los títulos llamativos y el nombre del escritor bien grandote
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El libro te llamará la atención todo lo que tú quieras, yo también tengo flechazos con títulos y portadas. Pero tienen que ser mis manos las que se pongan en movimiento y lo cojan.
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