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Life, oh life

La vida que quieres, la vida que tienes, la vida que merecías. La oportunidades que no llegaron y las que dejaste escapar. Los momentos donde todo iba a cambiar y nada lo hizo, o solo un poco, y no de la manera que esperabas. La gente más joven que tú, con más suerte o más esfuerzos a sus espaldas: ellos son la prueba de que, sencillamente, no naciste donde ni cuando había que hacerlo.


No era cuestión de tiempo sino de que estuviera escrito. Esa vida que envidiabas de la gente valiente, esos volantazos que tú nunca darás porque no sabes conducir. Como un avión que nunca llega a despegar, dando vueltas tontas por las pistas numeradas del aeropuerto. El rumbo fijado pero no autorizado.

Encogimiento de hombros, qué remedio, pasos cortos uno tras otro por la misma calle de siempre en la misma dirección de siempre. Habrá que conformarse. Y entonces llega un mensaje. Dice algo muy simple que podría trastocarlo todo: "sí". Un nuevo comienzo, una nueva carretera, ¿una nueva vida?

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9 comentarios:

Mamen dijo...

Hola!!

Que entrada más profunda. Me ha encantado! Me quedo con todo lo que has dicho, pero destaco el primer párrafo.

Saludos!

Alex Pler dijo...

Hola Éowyn, ¿a ti también te ocurre que cuando ves a alguien más joven destacando en lo suyo, piensas si podrías haber hecho algo para ser esa persona? Un abrazo.

Akane dijo...

Cuanto menos esperas, menos te decepciona la vida, es cuestión de lo altas que tengas las expectativas.Las estrellas declinan, pero no inclinan, siempre hay un margen de acción que depende de nosotros y no nos podemos culpar por equivocarnos (eso es vivir, probar, experimentar y no siempre sale lo q esperábamos o como lo esperábamos). La resignación no es una respuesta,es una opción ante la impotencia, hay más opciones. Puede q sea la respuesta inmediata, el resultado, de algo tan humano como tropezar con la misma piedra otra vez. Pienso en buscar alternativas a partir de saber la raíz de lo que nos lleva a incidir. Gracias por este rincón de ti que compartes.

Kesar dijo...

Pienso muy parecido a Akane y, como la mayoría, hemos sentido alguna vez lo que comenta Àlex Pler. Lo mejor es saber o aprender otras opciones. En mi caso me habría encantado hacer películas de animación, a cambio he logrado disfrutar haciendo otras cosas y, casi tan importante, disfrutar y apreciar el trabajo de otras personas en el mundo de la animación. Un saludo.

Alex Pler dijo...

No Akane, las gracias a ti por ese recordatorio tan bueno. "Las estrellas declinan, pero no inclinan": excelente resumen. Tienes razón, está bien esperar pero mejor está ser capaz de buscar alternativas, mantenerse en movimiento para que la ilusión no decaiga. Un abrazo.

Tipo: la verdad que uno nunca sabe dónde acabará. Yo estudié cine y acabé abriendo una librería, imagínate. El cine lo disfruto yendo cada semana. Por cierto, que como cénit de la animación te recomiendo "El viento se levanta", difícilmente se superará algo tan apoteósico. ¡Saludos!

Kesar dijo...

Te agradezco la recomendación pero ya tuve la fortuna de ver "El viento se levanta" en el último Festival de Cine Fantástico de Sitges. Una gozada aunque debo admitir que me tocó más la fibra "Una carta para Momo". Hasta otra.

Mamen dijo...

Álex,

Sí, a mí también me ocurre eso. Pero con un pequeño matíz. Que por circunstancias de la vida y porque yo me he dejado a mí misma, no he hecho lo que debí en su momento y muchas veces me gustaría ser esa persona que destaca en lo suyo.

Otro abrazo para tí!

Sara dijo...

Hola! Me ha encantado mucho la entrada y la verdad es que me ha hecho pensar. Pensar en cómo estoy planteando mi vida, en qué pensaré dentro de unos años al mirar atrás y observar con más madurez cada una de las decisiones que estoy tomando ahora... ¿Me sentiré orgullosa? ¿O desearé haber tomado otro camino? Podría decirse que tengo suerte de ser aún bastante joven y por ello tengo el futuro en mis manos. Pero en cierta forma la edad, tenga uno la que tenga, no es una barrera, porque mientras uno esté vivo siempre puede cambiar y hacer algo por dar un giro inesperado a la vida :)

Alex Pler dijo...

Hola Sara! Pues deseo que en unos años puedas contarme cómo fue todo y que estés orgullosa de la persona en que te has convertido. Giremos, trabajemos, pongamos toda la carne en el asador... como quieras llamarlo: avancemos. Un abrazo.

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