Este blog se ha trasladado, buscando el nuevo blog...

Pages

Mostrando entradas con la etiqueta music. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta music. Mostrar todas las entradas
5 comentarios

Coldplay : Ghost Stories

El final del amor. La incertidumbre y el no poder creértelo, los celos, dudar si darás el paso, el derrumbe, la nostalgia tan amiga de la idealización, ese paso tras otro que te lleva hacia adelante, el olvido guardado en el cajón como un postal de antiguas vacaciones. Todos sentimos lo mismo, aunque sea en un orden distinto.


Aquí hay canciones pequeñas. Para dejarse abrazar o para abrazarse uno mismo. A base de susurros, los versos intentan aferrarse a algo que ya no existe. Los fantasmas abundan, vagan de una canción a otra intentando comprender. Ecos, pianos. Sonidos para atesorar bajo la almohada. Solo al final vuelve el ritmo. Al final, sí: al borde del próximo principio. La euforia tras la tormenta silenciosa.

Un canto en honor a lo que se alejó por el horizonte y que ahora te lleva a ver las estrellas. Ese cielo lleno, llenísimo de estrellas. Cuando se cierra el círculo, lo confirmas. Continúas creyendo en la magia. Y en adelante, volverás a amar como si el amor fuera eterno, pero recordando que nunca lo es. El final del amor: su tristeza y nuestras lecciones.


And if you were to ask me
After all that we've been through
'Still believe in magic?'
Yes, I do

2 comentarios

Florrie : Sirens

Este EP es un trampolín. Tras año y medio de silencio, Florrie tenía que volver a situarse en tu punto de mira. Tenía que enseñar que el contrato con una discográfica no la había cambiado. Que sigue siendo esa chica con ganas de probar sonidos y ritmos. Y Sirens viene a ser el prólogo de todo lo que es capaz.


Prólogo porque el disco completo llegará a finales de año. Pero en realidad este EP sería un recordatorio: aunque no se parezca en nada a Experiments, sí reconoces esas letras hipnóticas que se repiten y repiten como lluvia, hasta calarte entero, hasta que transmiten mucho más de lo que parecía en un primer momento. Reconoces la voz camaleónica, las percusiones insinuantes, la cadera que se va sola. Como se suele decir, cambiarlo todo para seguir igual.


Estas tres canciones tienen el sabor de los preliminares que te dejan con ganas de más. Será cuestión de seguir nadando, de hacerle caso al canto de las sirenas, tan tentador, y encontrar esa orilla donde todo se cumplirá. Si esto es solo un adelanto, como un primer hombro desnudo al quitarse la camisa, imagínate el resto.

0 comentarios

Aitor Saraiba : Nada más importa

"Siempre pensé que mi brújula en la vida sería una persona,
pero no, han resultado ser los libros."

Primero hay obstáculos y luego todo se alinea. Es todo parte del mismo camino, la vida, pero en algunos recodos es fácil creer que la oscuridad campa a sus anchas y que no hay vuelta atrás. Poco después, lo fácil será seguir caminando hacia adelante con una sonrisa. Ahora solo escucharías música a todo volumen para gritar hasta quedarte afónico.


Este libro se empezó a gestar antes de que todo encajase: "De mis padres, me habría gustado heredar la esperanza", viene a decir Aitor Saraiba en uno de los primeros capítulos. Porque la gente que antes sonreía, ahora busca trabajo y no lo encuentra, busca amor y no lo encuentra, busca y busca pero todo está muy oscuro.

Un amigo enseñándote su cuaderno de notas. Esa sensación te recorre el cuerpo mientras pasas las páginas de Nada más importa. Los textos a mano y los dibujos ingenuos parecen desnudos sobre el fondo blanco. Cuesta creer que alguien se atreva a enseñarte su intimidad de esta manera pero aquí está. La has comprado. Y el libro es enorme, pesa, como para confirmarte que de verdad existe.


Alrededor de todos los conciertos de Metallica de su vida, Aitor teje una biografía de momentos importantes. Bueno: momentos cuya importancia solo entiendes después, ya mayor, al echar la vista atrás y unir los puntos de lo que antes solo eran escenas del día a día. Los aprendizajes, las personas que vas conociendo por el mundo... Y sí, lo que empezó sin esperanza, acaba por animarte a seguir intentándolo. Porque las piezas encajan, pero para eso hay que seguir luchando. Gracias, Aitor.


0 comentarios

La evolución del hombre al pájaro (I)

Hay espaldas grandes que dan pie a historias breves. Esos minutos antes del amanecer en que tú ya te has despertado y el otro no. Como no tienes que decir nada, tan solo te limitas a mirar o admirar. A contar lunares bajo el sol que se filtra por la ventana. Una imagen que no volverás a ver porque nunca iréis juntos a la playa y lo más seguro es que ni siquiera compartáis ducha. Os encontrasteis en el lugar y el momento vital equivocados. Solo te queda ahora, este instante fugaz antes de ponerte a buscar tus calzoncillos. Mentirías si dijeras que te has enamorado, pero qué espalda tan bonita. Podrías dedicarle un poema o una canción. Y lo haces. Las mejores cosas nacen de escenas así: pasajeras, íntimas, solo a ti te importan y aun así las compartes con la esperanza de que para alguien más signifiquen algo.


Hay viajes que marcan un antes y un después. Viajes donde una sonrisa a tiempo lo cambió todo, donde las casualidades se alinearon para que la ciudad se abriera de piernas para ti y nadie más, donde cada calle húmeda o estrecha tuvo sentido porque te llevaron a disfrutar de un vino blanco en tu nueva terraza favorita. Viajes de los que podrías evocar tantas anécdotas y batallitas que al final se reducirían a palabrería barata. Quizás, para explicar la transformación vivida en esos viajes casi mitológicos, lo mejor sea hacerles justicia, dándoles un título que ya lo dé a entender todo. Mi primera noche en Londres, por ejemplo. Y repetirlo a modo de mantra.


Y hay hombres valientes que echan a volar. Víctor Algora presenta nuevo proyecto en solitario: La evolución del hombre al pájaro, una serie de EPs que en otoño culminarán en un disco. Por ahora nos llegan estas dos canciones electrónicas, nocturnas, llenas de sexo y energía y recovecos en los que perderte. Justo aquí, en este cruce, los faros rojos de los coches se alargan y alargan al ritmo de los semáforos en verde para que siempre te sientas joven.

2 comentarios

Lea Michele : Louder

Este año me pierdo entre tanta novedad musical. Cada semana salen decenas de canciones que deberían gustarme, y me gustan, pero en general no me entusiasman. Noto cada vez más que se busca el efectismo, el sonido a la última. Y eso, a la hora de escuchar discos al completo me agota, para qué voy a decir otra cosa. Pasan las canciones y no sé qué me quería decir el cantante o el grupo.


Así llega a mi vida Louder. Supone el debut de Lea Michele, "protagonista" de Glee, una serie de la que me despedí ya hace casi dos años. Será por el cariño que le tenía a su personaje o será porque me ha pillado con la guardia bajada, pero el caso es que este disco me ha encantado de principio a fin. Por fin una voz que no busca sorprender sino emocionar.

Si has visto algún capítulo de Glee, ya podrás imaginar por dónde van los tiros: mitad baladones de muchísimo drama (con Battlefield a la cabeza) y mitad himnos movidillos para levantar el ánimo, con letra optimista hasta las trancas y percusiones que acompañarán todos tus pasos. La que da título al disco te invita a hacerte valer a gritos y Cannonball quiere que vueles. Sí, Lea Michele se mantiene fiel al espíritu Disney de la serie que la hizo famosa y yo encantado.

Siempre vienen bien temas así en el mp3: para comerte el mundo por la mañana y para amenizar cualquier día tonto que se pueda cruzar con tu sonrisa. Ella también ha pasado por eso, te canta al oído. Quieras aplausos o lágrimas, ella seguirá contigo. No dudo que habrá álbums mejor producidos, más novedosos y que aún nos esperan grandes cosas en 2014. Pero de momento ninguno lo he escuchado tanto como Louder. Al final bastaba con emocionarme.


And now I will start living today 
Today, today I close the door 
I got this new beginning and I will fly 
I’ll fly like a cannonball 
Like a cannonball 
Like a cannonball 
I’ll fly, I’ll fly, I’ll fly like a cannonball

5 comentarios

Mark Daumail : Mistaken

Si Mistaken fuera un disco, sería de los mejores del año. Pero "solo" es un EP con 3 canciones y 3 remixes. Mark Daumail se lanza en solitario tras disolver Cocoon y de momento nos ofrece esto a modo de aperitivo de un disco que llegará más adelante. Habrá que armarse de paciencia.


Él, al menos, se muestra paciente en todos los temas. No tiene ninguna prisa. Confía que en esta aventura encontrará buenos frutos, tarden lo que tarden. Y sin una segunda voz entrelazándose con la suya, ahora Mark suena más fuerte y también más desnudo que nunca. No puedes echarte a nadar sin perder la ropa por el camino.

La canción Mistaken cuenta un aprendizaje. A cada segundo descubres nuevos sonidos igual que en el pasado fuiste descubriendo los pequeños pecados del otro. Cayeron las máscaras y los santos dejaron de serlo. Ahora ya da igual. Has madurado y puedes componer temas así de buenos. Crecen y crecen como lo haces tú.


Por su parte, Monsters es un espejo. Esas palabras que llegan en el momento justo. Quien las escribió no te conocía, pero las escribió para ti. No estás solo, otros han pasado por lo mismo y sobrevivieron como sobrevivirás tú. A veces podemos ser monstruos, sí: unos monstruos capaces de comerse el mundo. Y eso transmite la canción: una conquista. Cuando dejas de esconderte y pasas a la acción.


El resto del EP es un extra. Aunque se agradece que el viaje dure un poco más, a estas alturas lo importante ya está dicho. Próximo destino: la plenitud.

6 comentarios

I Love You (Top 25 Canciones de 2013)

La música te salva. Te da voz, te devuelve a la vida, te conoce mejor que nadie. Te habla de la felicidad aunque no la estés sintiendo. Te quema y te hace preguntas. Hay canciones que son un flechazo, otras un subidón sudoroso, con algunas te sitúas y otras te llevan a contar estrellas. Música para emborracharte, para intentarlo, para zambullirte o para decirte que sí, que hoy es el día.

 
La música es un buen hábito que siempre está ahí y a veces vuelve para recordarte lecciones importantes. Que ames, que vivas tu vida. Porque mientras escuches música, estarás vivo. No hay dramas. En la música siempre puedes confiar para que te haga compañía. Y estas 25 canciones son las que más me acompañaron el año pasado.


25. Pharrell Williams – Happy
A 24 horas de terminar 2013, descubrí una de sus canciones más optimistas. Himno inmediato. Aplaudir, aplaudir, aplaudir. Sin más explicaciones.

24. Céline Dion – Loved Me Back to Life
Contra todo pronóstico, hay regresos que merecen la pena.

23. Bravo Fisher! – 39
Le haces caso a la recomendación de un amigo... y sí, te encanta.

22. Crystal Fighters – You & I
Significativos en mi 2012, volvieron a montar una verbena en la playa con esta canción.

21. Lissie – The Habit
Las letras están para hacértelas tuyas. Hablan de lo que quieras que hablen.

20. Lori Meyers – Emborracharme
El descaro y la frescura van de la mano.

19. Rodriguez – I Wonder
Solo pasa en las películas: escuchas una canción y a las cuatro notas ya sabes que será importante.

18. Ellie Goulding – Burn
Y cuando olvidas lo buena que es, vuelve a sonar.

17. Delafe y las flores azules – Intento
Prefiero verte eternamente...

16. OneRepublic – Counting Stars
Este grupo no deja de mejorar y esta canción es perfecta muestra de ello. Uno de los estribillos del año.

15. David Bowie – Where Are We Now?
Ese minuto y medio final es lo mejor que le ha ocurrido a la música en muchísimo tiempo. Se echaba de menos al maestro.

14. Daft Punk – Instant Crush
Otros singles serán más pegadizos, pero este... ¡ay este!

13. Dido – No Freedom
Dido y las frases siempre exactas. No hay amor sin libertad.

12. Erlend Oye – La prima estate
No sé exactamente sobre qué canta el cantante de Kings of Convenience, pero me da igual: este tema es contagioso. La buena vida a cualquier hora.

11. Carlos Sadness – Hoy Es El Día
No se puede decir más claro: ¡hoy es el día!

10. Britney Spears – Work Bitch
Ojalá todas las canciones te pusieran el mundo a tus pies como hace este Work Bitch.

9. Röyksopp – Running to the Sea
A veces me sigue sorprendiendo que alguien pueda componer algo TAN bonito. Si las canciones fueran novelas, me gustaría escribir justo esta. Siempre nos quedará el mar.

8. MIKA – Live Your Life
Hay que hacer aquello en lo que nadie puede superarte. Por ejemplo, MIKA: pop luminoso.

7. Ralph Myerz feat. Annie – Take A Look At The World
Pelotazo. A bordo de un coche para explorarlo todo.

6. Fangoria – Dramas y comedias
Algunos discos se justifican por una sola canción. Estado de gracia de compositores y grupo.

5. Mylène Farmer – Love Dance
Todos los años se cuela alto una canción que no eras consciente de haber disfrutado tanto. La que vale, vale.

4. Empire Of The Sun – Alive
La recompensa de estar vivo. Te lo has ganado.

3. Algora – La era punk
Podría ser la nº2 o la nº1. En todo caso, una de las canciones que ha definido este año. Letra identificable y un significado íntimo que pronto compartiré por aquí.

2. Pet Shop Boys – Vocal
Algo mágico ocurre cuando tu grupo favorito habla justo de lo que estás sintiendo. ¿Lo han escrito para ti? Cada mañana que la he escuchado, he querido creer que así es. Que me conocen.

1. Woodkid – I Love You
Woodkid es emoción pura. En concierto, en sus vídeos, en sus canciones. Lo amo. Espero que algún día se hagan realidad esas imágenes que pasaban por mi cabeza mientras escuchaba I Love You. Porque a veces la respuesta es justo la que esperas. Un simple y limpio sí.

0 comentarios

St. Lucia : When The Night

Lo han logrado. Después de varios EPs y mucho batallar, este grupo de neoyorkinos sacan su primer disco. Lo hacen, además, sin renunciar a su esencia. Tan frescos como en aquel lejano We Got It Wrong con que los descubrí. Once temas que te abrazan enseguida. Como esas personas que en cuanto las ves, ya sabes que formarán parte de tu vida.


When The Night es el mejor disco para estrenar el verdadero otoño. Aunque tiene el sabor inconfundible del mar en verano, podrás escucharlo cuando quieras. Decir que cada tema te transporta a una isla del Caribe no es una exageración teniendo en cuenta que han elegido una de ellas como nombre del grupo.

Los chicos de St. Lucia crean de la nada ambientes playeros, como si fueran una especie de Friendly Fires en plenas vacaciones. Tan pronto te hacen cerrar los ojos al ritmo de un ensoñador oleaje como te descubres saltando con ellos por el exceso de mojitos. Patadas en la arena y buena música a través del radiocasete. Porque sí, no sé qué filtros le han aplicado pero su música suena a cinta antigua. Por suerte, hay pilas suficientes para que la fiesta dure toda la noche.


Sospecho que siempre acabo recomendando el mismo tipo de música. Himnos. Pero no de estadio. Himnos íntimos, para darte caña a través de los auriculares y, con ellos de banda sonora, atravesar la ciudad día tras día. Tumblr en forma de canciones, vaya. Pero es que la vida ya es bastante gris a veces como para no escuchar música que le dé color. Me gustaría ser capaz de escribir así, lo confieso.

Elevate sirve de ejemplo. Empieza tropical, luego tiene un estribillo en falsete que te atrapa por lo sincero y todo desemboca en unos deliciosos coros finales que repiten y repiten lo mismo a modo de mantra. Para que te lo creas de una vez. Puedes volar. Solo tienes que ponerte las pilas.

 
You know that I want to get away
And I cannot wait for another day
You know that I want to elevate
Time to pick it up and celebrate

2 comentarios

The Hole

Fui sin saber nada. Y creo que es lo más recomendable, ir a ciegas, como haces las mejores cosas por primera vez. Que un par de amigos te digan que te encantará, que se ve buen "material" (escribiría "pollas", pero no quiero sonar zafio puesto que este espectáculo no lo es), que suena buena música. Nada más.


Y ya no haría falta ninguna reseña. Darías un salto de fe. Pero cuesta darlos, estos saltos, nadie los da, necesitamos muchos motivos para sentirnos con el ánimo de ser valientes. Muchas excusas. Y justo eso pretende The Hole: que te dejes de excusas y tabúes y des los saltos que tengas que dar. "Hay que estar en el agujero para poder decir que has vivido", es el lema vital de los personajes que habitan este cabaret.

Ellos te sorprenden con cada número. Te emocionan en más de un momento, te hacen saltar de la butaca, te excitan. Y te hacen reír (con La Terremoto de Alcorcón a bordo, no podía ser de otra manera, claro). Quieren que les veas desnudos y que les toques. Se muestran tal como son bajo todas las máscaras y capas de ropa. Exhiben todo lo que son capaces de hacer. Lo mismo que harías tú sin tantos remilgos y más libertad.


Dos horas que empiezan con un temazo como Blind, capaz de aportar clase a cualquier evento y que terminan con todo el teatro en pie, aplaudiendo, aunque ya lo han hecho otras muchas veces a lo largo de la noche. En fin: ve sin miedo. O con un poquito de miedo y algo de intriga y unas gotas de recato, dispuesto a que te lo arranquen de cuajo.

0 comentarios

Avicii : True


Todas las canciones de True podrían ser singles. Y es posible que acaben siéndolo, como con el 18 months de Calvin Harris. Avicii se lanza a la piscina con un primer disco que ha tardado más de la cuenta en llegar. Y tan seguro está de sí mismo que ni siquiera recurre a sus primeros éxitos. Es un nuevo inicio. Ya tocaba.


En el fondo, el sueco no inventa nada. Ni falta que le hace. Le basta con llevar a su terreno lo que siempre fue bueno. La música de baile en todas sus vertientes. Voces elegantes que por arte de magia encajan, guitarras country o elementos soul pasados de revoluciones. Tantos estilos y un único hilo conductor: fiesta con sin fin.

El ritmo se mantiene pista tras pista y este chico de 24 años consigue que una y otra vez lo sientas como algo nuevo. Que los bajos palpiten como tus latidos. Que en cada subidón creas ser tú el que asciende hacia un nuevo estado y levantes las manos para rozarlo. La pista de baile es por un momento nuestro paraíso.

Reconozco que True es ese disco que ahora escucharemos a todas horas para animar los últimos estertores del verano, pero que lo olvidaremos enseguida, en cuanto lleguen otros favoritos. Hasta que dentro de unos meses, ya en plena desidia de enero, montemos una fiesta; entonces saltará de la nada una canción con la que bailaremos más animados que con las anteriores y alguien preguntará: "¿Pero qué es esto?". Y será Avicii.

9 comentarios

Barcelona

"Qué bonita es Barcelona", dijo un amigo. Como si de repente fuéramos turistas. Volvíamos a casa, ya de noche, y los edificios se deslizaban por las ventanillas del coche como una proyección mientras en la minicadena sonaba una canción de Robyn. Tras aquellas palabras, los tres asentimos con una sonrisa. Seguimos disfrutando de las fachadas iluminadas que asomaban entre los árboles, los edificios modernistas alternándose con hoteles de diseño.

Tom Daley a punto de zambullirse en Barcelona.

Me gusta Barcelona de noche, cuando la Torre Agbar se pinta de neón y las calles invitan a pasearlas despacio, a solas y en paz, escuchando música que da sentido a las esquinas anchas y los portales de hierro. Me gusta aún más Barcelona de día, porque entonces se levanta orgullosa y enseña cada edificio como si estuviera recién construido, las piedras acabadas de colocar para que les hagas una foto. Aguántame el helado, que la subo a Instagram.

Y sobre todo, me gusta Barcelona en verano. Gracia, mi barrio, en verano vive sus mejores días. Se acercan las fiestas y ya hay cables colgando de lado a lado de los balcones y pronto colgarán guirnaldas de ellos. Estos días de preparativos, tengo que abrirme paso entre los tablones que pronto serán escenarios donde habrá conciertos. Pero estoy tranquilo, sé que cuando tenga que enseñar las calles adornadas, trazaré nuevas rutas donde todo estará conectado. Disfrutaremos de nuestra ciudad transformada y entre cerveza y cerveza asentiremos: "Qué bonita es Barcelona".


I had this perfect dream (Un sueño me envolvió)
This dream was me and you (Tal vez estás aquí)
I want all the world to see (Un instinto me guiaba)
A miracle sensation
My guide and inspiration
Now my dream is slowly coming true

0 comentarios

This is not a love song

No sabíamos que nos íbamos a encontrar. Misterioso título el de la última exposición de la Virreina. El subtítulo aclara un poco más: "Influencias entre artes visuales y música pop". La primera sala, que realmente era la última, pero es por donde entramos nosotros, ya indicaba por dónde iban los tiros. Televisores con una selección de vídeoclips de todas las épocas y géneros (de David Bowie a Fatboy Slim, pasando por Madonna, Michael Jackson y tantos otros).


El pop, quizá por su elevado presupuesto o por la necesidad de destacar entre mil competidores, siempre ha buscado nuevas formas artísticas. No son pocos directores de cine que empezaron rodando vídeos pop o fotógrafos que han acabado probando suerte con las imágenes en movimiento. La exposición es un recorrido por esas inquietudes, esa zona de nadie y de todos donde el pop también es arte. Instalaciones multimedia que te cautivan, como esa sala flowerpower dedicada al Walking On Thin Ice de Yoko Ono.

Pero la mejor instalación llegó casi al final. Three love songs, una sala con 3 pantallas simultáneas donde 3 cantantes de diferentes épocas se turnan para cantar. Te sientas y las escuchas cantar su amor...




...¿o no son canciones de amor? Porque enseguida te das cuenta de que hablan de guerras, ejércitos, líderes. Con esta creación, Abel Abidin nos enseña tres canciones pop encargadas por Saddam Hussein para ensalzar su regimen. Los dobles sentidos de los vídeos pop llevados al extremo, como recordatorio de lo poderosa que es la música por su capacidad de llegar a la gente.

Porque el pop provoca ese sentimiento de acceder a algo superior cuando en una discoteca o en pleno concierto suena La Canción que tanto significa para ti y todo el mundo a tu alrededor se emociona, salta, la corea. Y esto, en buenas manos, siempre será una herramienta para un mundo mejor. ¿Qué haríamos sin música?

Palau de la Virreina
La Rambla, 99 (Barcelona)
Hasta el 29/09/13.

2 comentarios

Capital Cities : In a tidal wave of mystery

¿Qué se esconde tras una de las mejores portadas del año? No solo unos cuantos animales ambiciosos, desde una ballena voladora hasta una grulla hecha de estrellas. También uno de los discos del verano. Y un grupo con ganas, muchas ganas de que su público se lo pase bien. Hay palmeras en el espacio.


Ya lo demostraron en su concierto en Razzmatazz, donde incluso la gente que no los conocía alucinaba con la fiesta que traía desde California este grupo. Han subido las revoluciones con respecto al EP de su debut. Tienes las cosas claras y disfrutan más que nunca con canciones que no dudan en hacerte bailar entre trompetas y palmadas y gafas de sol gigantes.

Como adelanto del disco, estrenaron un nuevo vídeo para Safe and Sound. Tan festiva como el primer día, sigue siendo su mejor canción. A los temas ya conocidos, se suman, entre otros, el dueto Chasing You y una sorpresa: Origami. Como una figura de papiroflexia, empieza plana, pero va tomando forma hasta convertirse en un humilde himno, Boney M con xilofóno y vocoder. 


Y este efecto, el de mejorar con las escuchas si le das una oportunidad, lo tiene la segunda parte del disco. Así que paciencia. No hay prisa. Te tumbas en la colchoneta mecida por las olas, disfrutas de la puesta de sol y de tu piña colada mientras las canciones van sucediéndose en el stereo. Para cuando te des cuenta, tú también llevarás una florida camisa hawaiana. Con ellos las cosas se ven de otra manera.

2 comentarios

La prima estate

A veces no entiendes nada. Barullo de voces y ruidos, caos de días yendo y viniendo en metro o solapando turnos. Después del relax, toca volver a ser responsable y todo eso. Y a veces, en medio de ese no entender nada, el mar deposita en la orilla frase o una canción para darle sentido a todo. Escapismo que todo lo ordena.


Justo lo que ha ocurrido con La prima estate, el nuevo single de Erlend Øye, miembro de Kings of Convenience. La canción, a medio camino entre La Casa Azul y un tema euriovisivo de los años 70, la canta en italiano. Su estancia en Sicilia ha dado frutos. Escuchándole, viajas a Italia, a una isla, a una playa, a algún lugar no demasiado escondido donde la vida es más fácil y todo, simplemente, ocurre.


Desde ya, es uno de los temas de este verano. Gafas de sol, descapotable, comida rica y buena compañía. No necesitas mucho más para llegar al fin del mundo.

4 comentarios

Pet Shop Boys : Electric

"Turn it on", es lo primero que canta Neil en Electric. Enciéndelo. Una declaración de intenciones, y no será la única. Ya me sorprendió en su día la portada, tan luminosa. Las sosegadas olas de Elysium se transformaban en ondas de energía sobre un fondo blanco, una imagen muy alejada de ese disco 100% dance y nocturno que prometían.


O quizá no tanto. Electric trata sobre volver a sentirse jóvenes. Cuando todo parece nuevo, vibrante, azul sobre blanco. Y se nota que Pet Shop Boys se sienten así en su primer disco con discográfica propia. Para empezar, por primera vez en dos décadas, dejan que las canciones respiren. Tienen todo el tiempo por delante, así que pueden permitirse el lujo de ir añadiendo sonidos durante minutos enteros, alargar cuantas explosiones se le ocurran.

Bolshy crece desde un estribillo juguetón hasta un éxtasis de bongos que desemboca en un placentero "oh!". Y sigue, y sigue, hasta rozar los 6 minutos. Pop desatado. Se acabaron las cadenas del 3:35. Por eso no sorprende tanto que el momento más pop del disco, Love is a bourgeois construct, sea una canción sin estribillo. Eso sí, llena de campanas, versos eruditos y coros obreros a la conquista del Oeste.


Camisetas fueras. Llega Fluorescent, sexy y oscura como ella sola. El bajo retumba insistente desde lo más hondo de la discoteca, donde un chico baila a su aire y el cantante le mira. Ese choque entre la frescura de la juventud y la sabiduría que dan los años es lo que vertebra el disco. Quizá por eso ahora se atreven a incluir canciones así, que antaño habrían sido una excelente cara b de Alternative.

La etérea Inside a dream deja paso a una de las sorpresas del disco, Shouting in the evening. "What a feeling!", exclama Neil, antes de que se lo lleven las percusiones y los sintetizadores más techno que haya grabado Chris jamás. Interludio para luego coger las riendas: hacen suya The last to die de Bruce Springsteen. Revolotea la sombra de The Killers, pero esos la-la-la son tan Pet Shop Boys que emocionan como solo lo hacen los clásicos.


Thursday parece una joya perdida de Actually, hasta la voz de Neil suena a la de entonces. En realidad, es un milagro que ocurre varias veces a lo largo del disco. Stuart Price no solo les ha hecho sonar modernos: como buen fan, evoca los grandes momentos del grupo y los catapulta más allá. Quizá sea su productor perfecto.

Por fin, Vocal sintetiza la idea del disco. El poder de la música para ponerle nombre a las emociones, transmitir justo eso que quieres y además sentirte parte de algo. No es una despedida, sino el recordatorio de que siempre existirá la música. Canciones como ésta, que serán la banda sonora de tu vida. Pulsarás play y te teletransportarán otra vez a la discoteca, cuando no importa más que levantar los brazos y sentirte feliz.

 
And everything about tonight feels right and so young
And anything I’d want to say out loud will be sung
This is my kind of music
They play it all night long

3 comentarios

Empire of the Sun : Ice on the Dune

Empire of the Sun me recuerdan a Londres en verano. Ellos son australianos, pero yo los descubrí allí. Eran el grupo de moda en aquel momento. Las tiendecitas indies exhibían unos vinilos de 7 pulgadas del grupo y me enamoraron sus portadas fantasiosas (la versión Disney de Star Wars, pensaba entonces... y al final eso se convirtió en realidad).


Lo que parecía que se quedaría como recuerdo de un buen verano, vuelve ahora reinventado. Es lo mismo y no es lo mismo. Los ingredientes coinciden pero la mezcla es más experta. Coherente, sabrosa. Si el primer disco se perdía a ratos en su propia extravagancia, Ice on the Dune mantiene el buenrollismo soleado de principio a fin.

Es como tomarse un mojito una noche de agosto, en la playa de Neptuno. Unos Bee Gees venidos del futuro cantan eso de "You make me feel so alive, alive, alive" y, mira por dónde, sí, te sientes vivo. Te siguen dando la vida esas guitarras de Concert Pitch, los falsetes de Awakening, el ritmo daftpunkiano de Celebrate. Vuelve a empezar el disco y por fin conectas con DNA, algo ha cambiado en tu interior.


Empire of the Sun son ahora como unos Pet Shop Boys que han visto la luz y predican en clave pop. Amor universal, energía planetaria y demás misticismos se dan la mano con sintetizadores, coros de niños y bajos contagiosos. En sus puntos álgidos, el disco emociona y te hace levantar las manos al cielo. Bailar sintiendo, sentir bailando. Diría que ése es su lema, y por mí, bienvenido sea.


"Freedom is within you
Giving makes us feel good
Hello to our people
Say hello to the future"

0 comentarios

This is my kind of music

Antes de abandonar el escenario, Neil Tennant se giró hacia el público. Nos miró. Cómo saltábamos, exaltados, al son de Vocal, manos en alto para tocar los esquivos láseres. Como si ese nuevo single del grupo fuera un clásico de la talla de It's a sin o Go West. Que también habían sonado, claro, revitalizadas para la ocasión.


Treinta años de carrera y, en algún momento, te vuelves invisible. Acabas teniendo solo el apoyo de la crítica y del núcleo duro de fans. Pero ningún espacio en las radios o la tele. Prestigio, lo llaman. Que se hable de ti en pasado. Qué buenas eran tus primeras canciones, cuando Opportunities sonaba en los locales de moda y parecía que sí, que sería verdad eso de hacerse ricos con cerebro y buen aspecto. Pero ya no se hacen canciones como West End girls.

Y sin embargo, ahí estábamos, dicen que 10.000 personas, dándolo todo. Cincuentonas que se enamoraron con la siempre poderosa Always on my mind, gays que salieron del armario al ritmo de I wouldn't normally do this kind of thing, jóvenes que no habían nacido cuando Somewhere era el primer intento descarado de Pet Shop Boys por tener otro hit en plenos 90. Entre los dos, Neil y Chris suman más de 100 años, pero lograron unirnos a todos, hacernos bailar durante casi dos horas.


Conservan esa energía. Y lo demuestran más que nunca. La receta: buenas proyecciones (ya sean las mariposas de neón en Miracles o esos cuerpos atléticos de Love etc, el momentazo de la noche), acompañando buenas canciones. Por eso el sábado disfrutamos por igual un single poco conocido (la preciosa I'm Not Scared) o una cara b (Fugitive, que ya tocaba reivindicarla) y no dejamos de saltar con su primer single o el más reciente. La recompensa a tantos años manteniendo el nivel.

3 comentarios

Instant crush

De repente, un engranaje gira en tu interior y todo tiene sentido. Lo llaman flechazo. Vas por la vida cargado con tus prejuicios, tienes muy clara tu visión del mundo, lo que te gusta y lo que no, de ahí no te mueve nadie. Hasta que chocas con algo que te desarma. Y en esa sorpresa redescubres el auténtico sabor de la vida.


Algo así me pasó el otro día escuchando Random Access Memories, el último disco de Daft Punk. Me estaba pareciendo un soberano coñazo, la típica obra que se hace para lucimiento personal y no para disfrute del oyente. Pero antes de que perdiera la esperanza, llegó Instant Crush, en colaboración con Julian Casablancas, cuya voz vocoderizada hasta parecer riffs de guitarra tiene más emoción que casi todo lo que se ha lanzado en 2013 (Woodkid es mucho Woodkid). ¡Así sí!

And we will never be alone again
Cause it doesn't happen every day...

Me sentí acompañado tarareando la letra. Y esa debería ser la función del arte. El escritor David Foster Wallace me lo confirmaba ayer por la noche en el libro de entrevistas con él que estoy leyendo. En la cama, aún tapado por el nórdico, sonreí al leer que le gustaban esos libros que le daban compañía, que le aportaban algo como ser humano en medio del caos. "La literatura o mueve montañas o aburre", decía él.


Plantearse la escritura, y por extensión el arte, y por extensión el amor, como un acto generoso, con el que pretendes que el otro encuentre una pieza perdida y crezca contigo. La complicidad de compartir ese mismo flechazo que tú sentiste para que el otro lo sienta. Por eso no paro de escuchar ese Instant Crush de Daft Punk y se lo pasé a una amiga. Nunca será single, pero para mí justifica el lanzamiento del disco.

2 comentarios

Jose Luis Algar : Planes para después de un resfriado

Algar se considera pesimista. Eso le he leído en varias entrevistas, también lo pone en su web oficial y, como para corroborarlo, ahí están esos globos negros y esa calavera de la portada. Pero el disco empieza con una declaración de intenciones, ese "Será que ya no estoy tan mal" en Cuando Pasa Lo Peor y termina deseándole Lo Mejor a su ex.


En medio, canciones sobre el amor, planes románticos en días de sol y, en la segunda mitad, se nota una toma de conciencia: el pasado sigue ahí. El suyo es un optimismo que no le da la espalda a cualquier muestra de tristeza (que diría Fangoria), lo abraza, lo asimila y crece con él. Solo diciendo adiós uno sigue adelante.

Hace tiempo que gente como Nando de Confesiones tirado en la pista de baile me hablaba de las bondades de Algar. Pero yo, poco fan de las maquetas, no quise escuchar el disco hasta que estuviera terminado. Y hace unas semanas, él mismo me pasó una actuación en el programa Etiquetats de TV3 y me impactó. Qué tablas, el tío. Qué calidez.


Sobre todo, es un disco que sorprende por la cercanía de sus letras. Sencillas, que no simples. Melodías luminosas como Hola Mi Amor (mi favorita), lo cotidiano bien entendido, como en los mejores momentos del pop español. La voz a ratos me recuerda a Ellos; una voz familiar, la de ese amigo que un día descubres que canta y lo hace fenomenal.

Admiro a los artistas que confían en lo que tienen entre manos. Algar creía en su maqueta, así que pagó de su bolsillo la producción de Pau Romero Maestre y, ya con el disco terminado, buscó y encontró una discográfica que apostara por él: Music Bus. Hoy termina este primer viaje. El disco ya está a la venta (en CD o en digital, también puedes escucharlo en Spotify). Le deseo todos los éxitos.

0 comentarios

Neon Neon : Praxis Makes Perfect

A menudo ocurre que vas por tu tienda de discos favorita y una portada te llama y tienes que comprarlo sí o sí. Compra impulsiva, lo llaman. Si tienes suerte, la tienda contará con una de esas máquinas que te dejan escuchar cualquier disco en catálogo. Sea en la tienda o en casa, lo curioso es que ese disco suele ser el que necesitabas ahora. Me pasó con el primero de Neon Neon, Stainless Style, synthpop del bueno para contar la vida del creador de coches DeLorean a través de canciones.


Todo apuntaba que sería un disco único, los miembros del grupo tenían otros proyectos. Pero ayer descubrí por sorpresa Praxis Makes Perfect. Recién salido del horno, otra ración de pop con sintetizadores ochenteros, repitiendo la fórmula del biopic musical. Homenajean a Giangiacomo Feltrinelli, editor que apostó por libro como Doctor Zhivago o El Gatopardo, claves en la literatura del siglo XX.

Pero al margen del contenido, las canciones están a la altura. Vuelven las atmósferas sonoras, las campanas y las percusiones retro, los coros casi robóticos y los estribillos pegadizos (sobre todo a partir de la segunda escucha). Como si a los hijos de New Order y Pet Shop Boys también les diera por hacer música.


Me ha gustado reencontrarme con Neon Neon cinco años después de comprar por impulso su primer disco. Me ha gustado, cómo no, que en este momento de mi vida hablen de un editor valiente. Todo llega cuando tiene que llegar. Pero sobre todo, me ha gustado que aquello que me cautivó, la propuesta ochentera con unas canciones que te van calando, se repita aquí. Regreso al futuro.