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Las adaptaciones infumables

Creo que se pueden contar con los dedos de una mano los casos de buenos libros adaptados al cine que han dado como fruto una buena película. De hecho, ahora mismo sólo recuerdo dos casos: "Parque Jurásico" (los dinosaurios impresionaban más en movimiento que por escrito) y  "Drácula" de Coppola, que supo adornarlo con una estética barroca rayando en el vídeoclip, una música fascinante y una necesaria relectura de la historia original: Drácula ya no era el villano insaciable, sino la víctima de un amor inmortal.



Aún así, siempre es preferible leer el libro original, que siempre alcanzará una profundidad, una capacidad de evocación y una conexión con el lector imposible de igualar por el cine, por muy bueno que sea. Y ya digo que "Parque Jurásico" o "Drácula" son excepciones, porque lo más habitual son bodrios que resumen media docena de capítulo, o se quedan con la superfície, o intentan ser tan fieles (sin entender que el cine y la literatura son lenguajes distintos) que acaban por ser un coñazo.

Es un tema que me duele especialmente como librero, porque libro que adaptan al cine, libro que se deja de vender. Es algo matemático. Ya sea "El Perfume", "La carretera" o los bestsellers de Dan Brown, libros con un buen ritmo de ventas, sabes que tendrás que devolverlos en cuanto estrenen la película. Supongo que ante tal panorama, la gente lo último que quiere es "perder el tiempo" leyendo una historia que ya se han encargado de destrozarles. Y les dará igual que les recomiendes el libro, que les prometas que es bueno... No lo querrán.

Por si fuera poco, las editoriales reeditan los libros con el póster de la película como portada. Una atrocidad  que intento evitar: los devuelvo y los vuelvo a pedir, hasta que me traen un ejemplar con la portada "normal".

La semana pasada estrenaron en Venecia "Tokio Blues", adaptación del libro más famoso de Haruki Murakami. Dicen que es peor que mala. Quiero creer que aún así, sus libros seguirán vendiéndose y que su prestigio no se quebrantará a la primera de cambio.



Pero me duele más el caso de "La soledad de los números primos". Para mí, el mejor libro de la última década. Ya hice mi crítica en el blog. Una joya que no me canso de recomendar y que soy feliz sabiendo que gusta. Desde mi hermano hasta los mejores clientes de la librería lo han leído y disfrutado. Ahora lo está leyendo mi novio y me encanta verle pasar sus páginas tendido en mi cama.

El caso es que la adaptación debe ser tan mala, que la rueda de prensa fue un despropósito. El director tuvo que pedir disculpas por el producto final y asegurar que el problema era que el texto original era demasiado complicado de llevar al cine. ¡Pues no haberlo hecho!

Noticia original sobre el pase de "La soledad..." en el Festival de Venecia con declaraciones como éstas: «A mí no se me da bien escribir diálogos», «Era dificilísimo captar la sutileza de la novela».

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Brandon Flowers - Flamingo

En mi blog no suelo hacer críticas de discos. Sólo de aquellos que me impactan y que de verdad recomiendo. Por eso, hoy toca review de "Flamingo", el debut en solitario de Brandon Flowers (vocalista de The Killers). Parecía que nunca se filtraría, y de hecho realmente no se ha filtrado: ayer ya estaba a la venta en algunos sitios. No sé si todo esto demuestra medidas efectivas de protección o poco interés en el álbum. Da igual: lo importante es que el CD merece la pena.


Íntimo, pequeño y melancólico, incluso arenoso, pero espectacular en cualquier caso. Me ha enamorado desde la primera escucha y la semana que viene tocará comprar la edición especial, que incluye 4 bonus tracks en ciertos casos mejores que temas del propio álbum.




Welcome To Fabulous Las Vegas
Me gustan los discos que no empiezan con la mejor canción del disco (o al menos la que entra más fácil), sino con un tema que sólo pretende introducirte en la atmósfera y la temática del CD. Y así es "Welcome...". Estamos en las Vegas, hemos dejado atrás las arenas del desierto y nos damos de morros con una ciudad que debajo de sus brillantes neones esconde miles de historias de desesperación.
9/10
 
Only The Young
Ya os avanzo que es mi favorita del álbum. Empieza pequeña, como una nueva toma de "Read My Mind". La voz de Brandon cantando en el desierto. Y poco a poco se van añadiendo unas percusiones potentes, sonidos del espacio y unos gritos en falsete que me desgarran el alma. Perfecta. (El otro día hablé de ella con más profundidad.)
10/10
 
Hard Enough
Precioso dueto que nos retrata el reencuentro de una pareja. El difícil proceso de pedir perdón por los errores cometidos y confesar que a pesar de todo, sigues queriendo a la otra persona. La desesperación por perdonar y ser perdonado antes de que sea demasiado tarde. La voz femenina es Jenny Lewis y dulcifica la canción, sirviendo de contrapunto perfecto a Brandon Flowers. Con su mensaje tópico (el amor está por encima de todo), seguro que será la banda sonora de muchas reconciliaciones futuras (o así debería ser).
10/10
 
Jilted Lovers & Broken Hearts
Mediotiempo con percusiones casi de remix. Los ocasionales guitarreos y algunos sintetizadores esporádicos nos evocan a The Killers, pero la canción no acaba de convertirse en el himno que debería. Una lástima, porque el material de temazo estaba ahí y no lo han aprovechado.
8/10
 
Playing With Fire
Tema intimista donde los haya. Brandon nos la canta de noche, en la oscuridad de una habitación de hotel, las luces de los coches se escurren por las cortinas. Los remordimientos, las ganas irresistibles de tomar el camino equivocado a pesar de que todo el mundo te ha advertido de sus peligros. La canción va ganando en emoción e intensidad. Si al final no os entran ganas de abrazar a Brandon es que sois de piedra.
9/10
 
Was It Something I Said?
A pesar de un título que podría augurar tragedia, nos encontramos con uno de los temas más desenfadados del álbum (al menos en cuanto a sonido). El estribillo parece sacado de "Hot Fuss" de The Killers. La letra es simpática, nos habla de esa típica historia de amor que acaba mal por ningún motivo concreto: siempre te quedas con la duda. Que le den a Valentina, Brandon.
10/10
 
Magdalena
Castañuelas y guitarras para un tema que sin ser gran cosa, hay que reconocerle que te transporta al lugar del que habla. Me gusta especialmente el cambio en el último tercio de canción, más enérgico y con los necesarios "oh-oh-oh" rematando el estribillo. A ratos recuerda al último single navideño de The Killers, "Happy Birthday Guadalupe".
8/10
 
Crossfire
Visto con perspectiva, esta canción fue el single perfecto para presentar el disco. Ya nos advertía que no esperásemos música de baile, sino todo lo contrario. Empieza pequeña, mágica y desemboca en un estribillo épico que te sorprende cada vez que llega y cuyos últimos versos son tan tristes como adorables. Lay your body down, lay your body down...
10/10
 
On The Floor
Este tema ya lo habíamos escuchado en una versión más "sureña" como cara b de Crossfire. La versión del álbum es parecida, pero sin ese toque de vinilo antiguo que me enamoró. Una canción sobre la fe. Al principio te deja indiferente, pero cuando irrumpen esos coros como un chorro de luz, también te caerás de rodillas.
9/10
 
Swallow It
Título polémico al margen, Brandon se despide oficialmente del álbum con unacanción extraña, nunca sabes muy bien qué esperar de ella. ¿Es una nana? No, pero tampoco es exactamente rockera. Y la voz se vuelve loca por momentos. Se supone que Brandon pretende que no te pisoteen y de paso subirte la autoestima. Es tu momento, disfrútalo, tómate el tiempo que necesites... pero ojo: sin dormirte en los laureles. Supongo que refleja sus sentimientos al dejar de lado temporalmente la banda The Killers.
9/10
 
The Clock Was Tickin'
Empezamos la ronda de (inexplicables, por buenos) bonus tracks con un tema muy rock'n'roll. Personalmente me recuerda (en sonido y en letra) a ciertos temas de los inicios de David Bowie. A la mitad, todo se viene abajo y se convierte en una balada country y poco a poco va recuperando ritmo. Casi se diría que intenta homenajear a "American Pie".
8/10
 
Jacksonville
La canción más extraña de todo el pack y, quizá por ello, una de mis favoritas. Me habría gustado que formase parte oficialmente del álbum (de hecho, creo que habría sido un cierre perfecto). Percusiones muy marcadas, unos samples en plan exótico, un bajo sutil pero potente, arrugas, coros, pianillos... Es un crescendo perpetuo que nunca acaba de explotar, pero me da igual. Y la outro es maravillosa.
10/10
 
I Came Here To Get Over You
Parece un cover de algún clásico rock (hasta su escasa duración recuerdas a aquellas canciones que no llegaban a los 2 minutos), pero en principio no, es un tema original. Ni rastro de Brandon o The Killers. No es algo malo. Mucha guitarra que ataca y se entrecorta, ritmo cambiante... La típica canción que te encanta sin saber muy bien porqué.
9/10
 
Right Behind You
Una canción que te va conquistando segundo a segundo. Es romántica y siniestra a partes iguales, suena a créditos de película con final abierto. A Brandon no le importa que no le quieras, siempre estará detrás de ti, a punto de cogerte en sus brazos si te tropiezas. Y oye, se agradece.
9/10
 
On The Floor 2.0
Personalmente, prefiero esta versión a la del álbum. Le han aplicado filtros para que suene a vinilo rescatado de un baúl de recuerdos. Al ponerlo en el tocadiscos te llega la voz única de un cantante que seguramente ya haya fallecido. Te canta de su época, de su gente, de cómo vivía la fe. Puedes oler la arena del desierto filtrándose por los tablones de la casa de madera y casi oyes el perro ladrando en el porche. Te sorprenderás adorándola.
10/10




También os recomiendo la review de Tidusin, más currada que la mía, con versos destacados y capturas de las primeras impresiones en Twitter.

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Suena la alarma

Iba a dedicarle una entrada al epílogo de Lost pero al final lo dejaré para otra ocasión, que hoy toca tratar un tema de vital importancia.



De entre las muchas cosas que odio del mundo, una de ella es la alarma del despertador. Nos pasa a todos, vaya. Soy perfectamente capaz de madrugar por mí mismo y no tener sueño después, pero como sea la alarma la que interrumpa mi sueño o me obligue a ponerme en pie, ya me tendréis con los ojos cerrados el resto del día y drogándome a base de Coca-Cola Zero.

Tengo que utilizar la alarma del móvil porque me sería imposible dormir con el sonido de las agujas de un reloj normal o la luz cegadora de un reloj digital. (De hecho, en casas ajenas tengo que quitar todos esos relojes de la habitación; en casos extremos, los desenchufo o les quito las pilas. Así de salvajes son mis manías para dormir: ni ruido, ni luz.)

Algo que me aterra especialmente de mi rutina diaria es esa habilidad innata que tengo para abrir los ojos cuando falta justo 1 minuto para que suene la alarma (reloj biológico, le llaman... basura, como todo producto biológico). Es como una maldición. Cada mañana intento no abrir los ojos, intento no comprobar la hora, intento ser positivo y pensar que aún me quedan horas de sueño por delante. Y no.

Otro tema delicado es configurar el sonido de la alarma del móvil. Si selecciono una de las melodías por defecto, odio el despertar aún más si cabe; todas son horribles: unas por estridentes, las otras por esa falsa gentileza con que las han compuesto. Y si selecciono un fragmento de alguna canción que me guste para dulcificar el momento fatídico, el único resultado es que acabo asociando esa canción al hecho de despertarme y por tanto acabo odiándola. Ahora mismo tengo We Are The People, que es una canción preciosa, que me encanta y que siempre me ha inspirado una mañana de verano, y estoy aborreciéndola por culpa de esto.

Y encima, para desactivar la alarma de mi móvil nuevo, tengo que hacerlo mediante la pantalla táctil y no sé si es que me levanto torpe o está diseñado así expresamente, pero por más que mis dedos resbalan y aprietan, la pestaña no se mueve, tardo horas en silenciar el despertador.

Dramas.