Passing birds
¿Puedes pararte en el movimiento? Sería la única forma de conseguir una cosa y su opuesta. Porque me voy dando cuenta de que lo anhelamos todo. Una vida estable y agitada, disfrutar de nuestra soledad con el apoyo incondicional de una pareja, alguien que diga un sí taimado y también alguien que lo grite más fuerte. Lo queremos todo sin comprometernos a nada. Una libertad a medias en la que sentirnos cómodos.
Supongo que no podemos evitarlo. Nos dijeron que soñando todo ocurriría y lo creímos a pies juntillas. Y soñamos, y llegaron cosas, y siguieron apeteciéndonos otras. Contradicciones de la vida moderna cuando todo debería ser más sencillo.
Desde fuera, todo se ve tan claro. Ella debería apartarse de su ex, él tendría que apostar por la opción segura, el otro podría terminar de una en una sus historias en vez de pretender abarcarlas todas. Pero puede que solo estén, estemos jugando. Aprendiendo malabarismos. Y quizás esté bien así, porque si no hemos venido a jugar, ¿qué hacemos aquí?
2 comentarios:
Me gusta mucho tu pregunta Álex, ¿uno mismo puede pararse sin dejar de estar en movimiento? Realmente no le sé, je, je... En todo caso es una buena contradicción en la que pensar y en algunos casos...
Hay algún caso, poco común, en el que tomas como punto de referencia a otra persona a quien deseas y con la que existe una conexión única, una química inexplicable, y es entonces cuando desaparecen los puntos de fuga naciendo una sensación en la que el tiempo se paraliza para esas dos personas y todo el espacio gira alrededor de los dos. Son dos figuras que se tocan y que giran pero siempre pegadas frente a frente. Si miras alrededor ves el muendo girar y si miras de frente y tienes la gran fortuna de encontrarte con un amor el tiempo se siente paralizado. ¿Será gracias al amor cuando se consiguen cosas tan diferentes al mismo tiempo?
Hay otro caso, muy diferente al anterior, en el que uno siente como de repente su vida ha para y no entiende como el mundo sigue en movimiento. Es cuando uno recibe un golpe tan fuerte que se le para su vida pero la vida sigue en movieminto. Esa sensación tan desconcertante es natural pero en algún momento dado uno tiene que reiniciar el movimiento porque es peligroso detenerse por más tiempo. Ahora me viene a la cabeza un tema de los geniales PASTORA que dice "...Y me desconcertó que el mundo ande solo. No importa dónde estés, gira todo lo que ves."
¿Queremos todo? Bueno, queremos todo lo posible en todo caso porque todo es imposible y si uno pretende abarcar todo nacen las prisas, la angustia... No, no sé puede tener todo y hay que apreciar como se debe lo que se desea y se consigue. ¿La libertad a medias? Más bien yo diría una libertad a medida, je, je... Una libertad donde uno se conoce a sí mismo y conoce el mundo que le rodea alejando o haciendo desaparecer cualquier miedo. Y creo que siempre hay que soñar, siempre, pero siempre con los pies desnudos tocando el suelo.
Álex, no me des las gracias. Es un placer pasar por este rincón interior tuyo. Gracias a ti en todo caso por compartirlo. Un abrazorte fuerte.
Tipo... he tardado en responderte porque realmente no sé qué añadir. Tu texto merecería una entrada propia. Promocioné tu respuesta en las redes sociales como se merecía, me hace ilusión que alguien aporte algo tan interesante que complementa a la perfección mis cuatro pinceladas.
Más que nunca: gracias. Un abrazo :)
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