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Dog days are over

Creo que comprendo mejor el amor desde que tengo gato. Bueno, no lo tengo. Lo disfruto. Estoy cuidando de él mientras un amigo está de viaje, y ésa ha sido la primera lección, que las cosas no se tienen o dejan de tener, sencillamente se disfrutan. Deja que llegue lo que deba llegar: hasta hace poco, ni siquiera me gustaban los gatos.


Cuidar de Batman (así se llama) es desinteresado. Le limpio la arena, me aseguro de que tenga comida y agua suficiente cada vez que salgo de casa. Le acaricio y le hablo con voz suave. Lo hago como recomiendan hacerlo todo los maestros zen: sin esperar nada a cambio. Solo quiero que el gato esté a gusto. Es mi tarea.

También le miro mucho, porque es muy mono y además me divierte ver cómo juega. Cómo descubre el mundo. Se queda extasiado delante de la ventana, todo le sorprende. Disfruto enseñándole pequeños placeres, cosas como jugar con una pelota de ganchillo. Y como me gusta jugar con él, a él le gusta jugar conmigo.


Dicen que el gato es un animal arisco. Creo que no. Es independiente, eso sí, pero también sabe ser cariñoso. A su manera. No le puedes dar órdenes, eso es algo que aprendes tras varios días de convivencia. Tienes que dejarle hacer, darle su espacio. Estar tranquilo: el gato siempre vuelve.

Lo mejor de todo es cuando al final del día, Batman salta encima de mi cama, con sus patitas hace un hueco en el nórdico de IKEA y se acurruca a mi lado. Se siente seguro conmigo, me da su calor. Gracias, parece decir cuando me mira con los ojos entrecerrados, y vuelve a cerrarlos. Más, por favor.

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5 comentarios:

Eli Ramirez dijo...

els gats són independents... per això molen tant! venen quan volen :) no com els gossos, que els has de treure a passejar jiijijij. Visca els gats!

María M. dijo...

Ese nórdico de Ikea que tengo clavadito en color azul! Muy tierno Batman :)

Scout Finch dijo...

Que sepas que me acabo de enamorar de Batman, me lo dejas un día???? Jejejeje en realidad adoro a los gatos precisamente por todo lo que explicas, y por una razón irracional por completo que hace que me transmitan toda la ternura del mundo. Son ainimales para estar observandoles horas, y a no ser que sean chichos terremoto en gato son un eficaz remedio antiestrés... se te sientan encima, te ronronean, los acaricias y se te olvida todo en un microsegundo. Ni una tila tiene el mismo efecto. Ale... ahora te aviso de que te costará devolverlo, si es que se hacen de querer tanto los cabrones!!

A todo esto, me ha encantado tu texto. Debilidades gatunas aparte.

Feliz año nuevo!!!!

Un abrazo!!!

kuroratsu dijo...

*_*

Alex Pler dijo...

A mi mai m'havien agradat fins ara, Eli! Però ja en vull un de propi *__*

María, es que es de las mejores colchas de IKEA. En azul también me gustaba. Si la hubiesen tenido en naranja...

Atticus, doy fe de que relajan... aunque también desconcentran, estoy tan flipado con el gato que no hago nada más jajaja. Tengo que salir de casa para rendir. De hecho, esta entrada de blog la he hecho aprovechando que el gato estaba enredado en sus cosas lejos de mí. ¡Muchas gracias por la respuesta! :)

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