Louder
Es mejor echarle morro. Lo vas aprendiendo sobre la marcha. Creías que era preferible la precaución. Dijiste que mejor que no viniera mucha gente a la fiesta: solo cabían 15 personas. Y vinieron justo esas: 15 y no más, y al verlas estuviste contento pero también supiste que querías más. Más para compartir y celebrar las cosas buenas. Como con la pasta, la cantidad exacta no la sabes hasta tenerla en el plato.
Es mejor echarle morro. Atreverte a pedir, a mostrar todo lo que puedes aportar. Te lanzas a la calle con la esperanza de que si alguien no te abre la puerta, lo hará el de al lado. Será por esa esperanza o por la sonrisa que usas a modo de chaleco antibalas, será por por lo que sea, pero al final no solo te abren la puerta. Te dan la bienvenida, te dan conversación, te dan nuevos hilos de los que seguir tirando.
Abrirse paso a gritos no está tan mal. Tú que no tenías voz ahora sostienes un megáfono. Y piensas utilizarlo. Antes de apretar el botón, bucearás en busca de las palabras correctas. Solo entonces apretarás y dirás, gritarás. Sí, es mejor echarle morro. Para que alguien te escuche y todos se enteren.
4 comentarios:
Espero que te apliques esta entrada con El mar llegaba hasta aquí, quiero ese libro en todas las librerías de España.
Jajaja Smooth Criminal, ¿me has leído las intenciones? Ojala pueda compartir buenas noticias pronto. Un abrazo.
Vaya entrada más bonita, me ha gustado mucho! Si es que cuando te leo, me da un subidón!!! Sigue así.
Seguro que pronto, compartirás buenísimas noticias!
Un abrazo!
Gracias Éowyn... ¡Ojalá! Me ha venido bien tener hoy un comentario pendiente de responder aquí. Así me recuerdo a mí mismo estas palabras :D
Feliz semana.
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