A Dangerous Method
Sometimes you have to do something unforgivable just to be able to go on living.
Y otra película con la crítica pendiente. En este caso, lo nuevo de David Cronenberg, director al que no sigo todo lo que debería, porque sus películas suelen gustarme más de lo normal (yo lo descubrí con eXistenZ, que era más que interesante). Fui un poco a ciegas, porque creo que la historia no es fácil de contar, y menos en el tráiler que me habían pasado en alguna película anterior. Pasó algo curioso: viéndola no tuve la sensación de que me estaba encantando, pero buena prueba de que me gustó (y mucho) fue que nada más salir del cine corrí a comprarme un libro para ahondar en el pensamiento de Carl Jung.
En la película, Michael Fassbender es Carl Jung y Viggo Mortensen, Sigmund Freud. Lo que empieza como una amistad con tintes paternales (Freud es la estrella y Jung el aprendiz) acaba en ruptura al descubrir ambos que sus métodos, aunque parten de una base similar, no pueden ser más opuestos. Freud sólo quiere descifrar el enigma del paciente, diagnosticarlo y enfrentarlo a un espejo, Jung además quiere ayudarle a tener una vida mejor: la vida que siempre estaba destinado a tener. Sobra decir que me posiciono con Jung.
El personaje de Keira Knightley, la paciente reconvertida en enfermera, es enorme; brilla ya en su primera escena y de hecho sirve de eje central de Un Método Peligroso. Las elipsis y los hechos que se dan por sobreentendidos o que son narrados a modo de vídeoclip mudo mientras una voz en off nos lee las cartas que se intercambian Freud y Jung, deslucen lo que, con algo más de metraje para ahondar en los personajes, habría sido una gran película.
Filias sexuales y dilemas vitales. Cómo enfrentarse a ellos, cómo afrontarlos. Cómo intentar hacer bien las cosas o, al menos, hacerlas de forma que, al final, sobrevivamos. Destaco las escenas de sexo, son tan frías que golpean el estómago. Muy recomendable.
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