Hiromi Kawakami - Abandonarse a la pasión
Supongo que en algún momento llegaremos a algún lugar.
Tenía ganas de otro libro de esta autora japonesa, después de los estupendos Algo que brilla como el mar y El cielo es azul, la tierra blanca. En este caso el libro consta de ocho relatos protagonizados por mujeres atrapadas en diferentes momentos de una relación amorosa. Todas huyen, o lo intentan. Unas huyen de la monotonía abandonándose a la pasión y otras se abandonaron a sí mismas con hombres que las maltratan de los que ahora intentan escapar.
Hiromi Kawakami vuelve a maravillarnos a la hora de desentrañar los sentimientos más sencillos y, por eso mismo, también los más complicados de elevar a literatura. Ella lo consigue con una prosa sensible que jamás cae en la cursilería. Y como es habitual en ella, vuelve a tener una presencia destacada la naturaleza, una naturaleza desbordada. También se mantiene ese estilo de escenas breves a modo de instantáneas que se van hilando unas con otras a medida que las protagonistas de los relatos hacen memoria.
Pero este Abandonarse a la pasión sorprende por la cantidad de sexo que encontraremos. Tendemos a pensar en las mujeres japonesas como unas mojigatas. No lo son las de estos relatos y no lo es Hiromi Kawakami. Escenas de alto voltaje, adulterios, cuerdas, tríos, sadomasoquismo, sexo por costumbre, sexo por aburrimiento. Es curioso que estas escenas que deberían ser eróticas a la hora de la verdad sean las más frías de una autora tan apasionada.
La historia más impactante quizá sea la de los dos fantasmas que una vez fueron amantes a la fuga y ahora viven en un mundo que les es extraño, pero en realidad incluso los relatos en apariencia más cotidianos (dos compañeros de trabajo cenando juntos en un lugar remoto, por ejemplo) tienen algo de mágico gracias a esas atmósferas que tan bien construye la autora. Relatos que podrían ser escenas de una misma novela (una mujer siempre a la fuga, siempre enamorada), relatos para saborear el talento de Hiromi Kawakami en dosis intensas.
No hay nada imposible en este mundo. Sólo queremos convencernos a nosotros mismos de que hay cosas que no podemos hacer.
Lo que cansa no es huir, sino pensar en todo lo que has dejado atrás.
3 comentarios:
Pese a que ya me llamó la atención esta autora cuando leí tus reseñas anteriores, no he probado ninguna novela suya. Y creo que para empezar, lo haré con este libro que mencionas ahora. Al probar un autor nuevo, si tengo a mano relatos cortos suyos, los prefiero. Son pequeñas pinceladas de lo que podría dar de sí en un todo, me sirven para hacerme a la idea y valorar si seguir o no. Así que anotado queda, para el año que viene ya.
Justo hace poco he terminado de leer un libro de otro autor japonés, el gran Kenzaburo Oé, con "Una cuestión personal", que me ha fascinado y enganchado como pocos.
Curioso, no me lo había planteado nunca así. La verdad es que yo suelo preferir las novelas, hay pocos autores que en sus relatos me dejen satisfecho (suelo acabar cada cuento y pensar: ¿y?). Sólo gente como David Foster Wallace o Yasutaka Tsutsui me fascinan de verdad en sus cuentos. Pero es cierto que como primera toma de contacto con un autor puede estar bien. A ver qué te parece "Abandonarse a la pasión", la verdad es que cada una de las historias podría haber dado para una novela y utiliza los mismos recursos (metáforas, ambientación, etc) que en formato largo, así que esta vez me he sentido "como en casa".
No he leído nunca nada de Kenzaburo Oé, pero en mi tienda siempre me tienta uno de nombre curioso: M/T y las maravillas del bosque.
Con Kenzaburo Oé te recomiendo, para empezar, "Una cuestión personal", precisamente el último que he leído. Es breve (unas 180 páginas), por lo que rápidamente tendrás claro si te va o no.
Es que a veces, al hilo de lo que decíamos sobre utilizar antologías de relatos cortos como primera toma de contacto, si empiezo con una novela larga de un autor y no me gusta, puedo acabar odiando a ese autor por semejante tocho pesado... pero con algo más corto sirve para hacerse a la idea. De ahí que te recomiende este.
También está muy bien "Resurrección" (a ver si Seix Barral edita los siguientes). Ahora estoy leyendo "Cuadernos de Hiroshima", en cuyo prólogo ya hay muestras más que suficientes para elogiar a este autor. En un libro titulado así esperas cierto tipo de historias (supervivientes, consecuencias de los ataques, testimonios, etc) y es justo lo que otorga el libro desde un estilo periodístico, pero el prólogo sirve para darle la vuelta completamente al tema del libro, y Oé lo hace a conciencia, incluso recordándole al lector que, pese a lo que va a leer de seguido, siempre tenga en mente el ejemplo más positivo y optimista que refleja en el prólogo.
No me lo esperaba y por eso me ha ganado desde las primeras páginas.
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