Aitor Villafranca : Zodiaco
"Lo importante es que vuelvas a disfrutar de la vida."
Esta novela es un espejo. Por eso, no me extraña que aparezca un espejo en portada. En apenas 72 páginas, te enfrentas a tus deseos ocultos, obsesiones, decisiones tomadas (o no). Te reconoces en Leo, ese hombre que ya no se reconoce a sí mismo. Y lo ves todo tan claro que te revuelves en la silla.
El gato es de los personajes más importantes de la novela. Tampoco es que haya muchos más. Aitor Villafranca es tan hábil que con pocos ingredientes y un único espacio, construye una novela de tensión creciente. No la puedes soltar, tienes que saber por qué se ha titulado cada capítulo con ese símbolo del Zodiaco y no con otro, qué será de Leo, si descubrirá por qué los vecinos sueltan su nombre al follar, si esa verdad le hará libre.
Como si Kafka y Murakami coincidieran en la cama. Del primero, tiene la atmósfera enfermiza y la carga simbólica. Del segundo, esa realidad urbana con las puertas abiertas a lo extraño. Un cóctel intenso que a Aitor le valió para ganar el premio Narrativas Oblicuas 2011. Como en la vida misma, aunque no siempre sepas verlo, en Zodiaco no falta ninguna página, no sobra ninguna palabra.
Si ya con su primera novela ha logrado una obra tan interesante, me intriga lo que pueda deparar este escritor en el futuro. Hasta entonces, habrá que saciar la sed leyendo los relatos que comparte en su blog Todo lo que te conté (cuando ya no estabas). Le deseo todos los éxitos. Y le doy las gracias por demostrar que, con empeño y confianza, se consigue.
0 comentarios:
Publicar un comentario