Siempre Feliz
Suena Somewhere Over The Rainbow en una de las escenas claves de la película. Y la versión elegida, la del hawaiano Israel Kamakawiwo'ole, encaja misteriosamente bien con esos paisajes nórdicos. Quizá porque de eso va Siempre Feliz, de buscar el paraíso aunque tengas que cruzar todos los arcoiris habidos y por haber.
La protagonista se ha construido un refugio, un cuento de hadas artificial en el que ella siempre sonríe porque tiene que hacerlo. Arquitectura efímera: todo se desmorona en cuanto llegan de vecinos una pareja mejor, más feliz. Cuando las grietas se hacen evidentes te das cuenta de que todo importaba, el mínimo gesto, la pequeña palabra.
La música juega un papel importantísimo en la película. Unos músicos van marcando los capítulos y además se nota una cuidada selección de canciones para acompañar las escenas. Pero destaco sobre todo la subtrama del coro. Funciona como símbolo de atreverse a hacer lo que nunca harías, lo que te habían dicho que no hacías bien. Y lo haces. Vaya que si lo haces.
Destrucción y reconstrucción. Caerse para aprender a levantarse, parece que ése siempre será nuestro ciclo vital. Detectar las minas, seguir adelante por el campo, soltar lastre, abrazar lo nuevo. Sonreír de verdad. Ahora sí serás feliz, porque ahora ya sabes.
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