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Dog days are over

Creo que comprendo mejor el amor desde que tengo gato. Bueno, no lo tengo. Lo disfruto. Estoy cuidando de él mientras un amigo está de viaje, y ésa ha sido la primera lección, que las cosas no se tienen o dejan de tener, sencillamente se disfrutan. Deja que llegue lo que deba llegar: hasta hace poco, ni siquiera me gustaban los gatos.


Cuidar de Batman (así se llama) es desinteresado. Le limpio la arena, me aseguro de que tenga comida y agua suficiente cada vez que salgo de casa. Le acaricio y le hablo con voz suave. Lo hago como recomiendan hacerlo todo los maestros zen: sin esperar nada a cambio. Solo quiero que el gato esté a gusto. Es mi tarea.

También le miro mucho, porque es muy mono y además me divierte ver cómo juega. Cómo descubre el mundo. Se queda extasiado delante de la ventana, todo le sorprende. Disfruto enseñándole pequeños placeres, cosas como jugar con una pelota de ganchillo. Y como me gusta jugar con él, a él le gusta jugar conmigo.


Dicen que el gato es un animal arisco. Creo que no. Es independiente, eso sí, pero también sabe ser cariñoso. A su manera. No le puedes dar órdenes, eso es algo que aprendes tras varios días de convivencia. Tienes que dejarle hacer, darle su espacio. Estar tranquilo: el gato siempre vuelve.

Lo mejor de todo es cuando al final del día, Batman salta encima de mi cama, con sus patitas hace un hueco en el nórdico de IKEA y se acurruca a mi lado. Se siente seguro conmigo, me da su calor. Gracias, parece decir cuando me mira con los ojos entrecerrados, y vuelve a cerrarlos. Más, por favor.

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Top 30 Canciones de 2012 (Move In The Right Direction)

La plenitud ha marcado mi 2012. Dejar atrás The Edge of Glory para entrar de lleno en la siguiente fase. La felicidad de volver a hacer cosas. Disfrutar de los amigos, ir a la playa y a parques de atracciones, conciertos inesperados, terminar mi primer libro... Tener novio otra vez. Y hasta he cuidado de un gato. Todo va bien cuando aprendes a moverte en la dirección correcta.


Un año más, estas canciones son las que me han acompañado a lo largo del viaje.


30. Kylie Minogue - Timebomb
Las últimas palmadas en Museum.
I wanna-wanna dance like it was the last dance in my life.

29. PSY - Gangnam Style
Umami.
Hey... sexy lady.

28. Jennifer Lopez - Dance Again
Premonición.
I wanna dance... and love... and dance again.

27. Goodwill & Hook n Sling - Take You Higher
Alas.
Wanna take you for a ride on a big jet plane.

26. Scissor Sisters - Let's Have A Kiki
Oui-oui.
This kiki is marvelous!

25. Capital Cities - Safe And Sound
Enero.
I could show you what you wanna see and take you where you wanna be.

24. Ellie Goulding - Anything Could Happen
Brazos abiertos.
Since we found out that anything could happen, anything could happen, anything could happen...

23. Kishi Bashi - Bright Whites
Los ojos de un niño.
If all the stars aligned, we could've solved the mystery.

22. Lana del Rey - Lucky Ones / Never Let Me Go
Más, por favor.
Everybody told me love was blind, then I saw your face and you blew my mind.

21. P!nk - Try
Adelante.
You gotta get up and try, and try, and try.

20. Crystal Fighters - Plage
Vértigo.
Do you want to go to the plage with me?

19. Alphabeat - Love Sea
El sabor de la sal.
I was in the doubt till summer.

18. Delta Goodrem - Sitting On Top Of The World
Escalar.
So get up, stand up, what you waiting for?

17. Graffiti6 - Stone In My Heart
Superación.
Makes me stronger, makes me wiser.

16. Icona Pop - I Love It
Razzmatazz.
I don't care... I love it!!!

15. Imperial Teen - Don't Know How You Do It
Efecto mágico.
And I don't know how you do it, and I don't know how you do it.

14. Pastora - Una Altra Galàxia
Comenzar (otra historia).
Mai deixaran de sorgir camins, nous mons, horitzons perduts lluny d'aquí.

13. School of Seven Bells - Low Times
Venirse p'arriba.
Who was just a place to hide from light?

12. Cocoon - Sushi
Beginners.
All the worse days are just buried into the snow.

11. Elton John vs Pnau - Sad
Alegría.
I used to know this old scarecrow.

10. Nicki Minaj - Starships
Saltos en buena compañía.
We're higher than a motherfucker.

9. Owl City & Carly Rae Jepsen - Good Time
Verano de playa.
We don't even have to try, it's always a good time.

8. MIKA - Origin Of Love
Cupcakes.
The origin is you.

7. Madonna - I'm Addicted
Éxtasis.
When did your name change from language to magic?

6. Emeli Sandé - Heaven
Las buenas intenciones.
I wake with good intentions but the day, it always lasts too long.

5. Saint Etienne - Tonight
Noche de Primavera (Sound).
This could be my life, this could save my life, I can hardly wait...

4. Rufus Wainwright - Out Of The Game
Granada.
I'm looking for something, can't be found on the main drain.

3. Woodkid - Run Boy Run
Triunfo.
Run boy run, running is a victory.

2. The Black Keys - Lonely Boy
Paciencia... y recompensa.
I've got a love that keeps me waiting.

1. Gossip - Move In The Right Direction
Fuerza motora.
It's not perfect but it's getting closer.

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Happy End of the World

Todos los días se puede acabar el mundo. Pero el de hoy tiene más números. Eso dicen. Así que por si acaso, que el Apocalipsis te pille bailando, follando, comiendo tu dulce favorito, bien acompañado. Y con una buena banda sonora para que pase mejor tanto meteorito y tsunami desenfrenado. Música como este discazo.


Happy End of the World fue el primer álbum de Pizzicato Five que me compré. También el primero que escuché de música japonesa, y flipé con esa mezcla de pop, electrónica y música de ascensor con tintes sesenteros. Ideal para tenerla de fondo durante un evento, cóctel en mano, mientras asientes a todo los nombres de diseñadores y artistas que cita tu interlocutor gafapasta.

Excepto en temas más experimentales como Porno 3003, este disco tiene mucho de felicidad. Quería poner los enlaces a Spotify, pero como se termina el mundo, el disco ya no está disponible, así que he recurrido a YouTube para que podáis escucharlo mientras llegan los extraterrestres a exterminarnos. ¡Feliz Fin del Mundo a todos!


1. The World Is Spinning At 45 RPM
Cuando todo termine, alguien desempolvará un vinilo y resucitará esas canciones que te hacían sonreír. Volveremos a bailar todos cuando irrumpan las viejas percusiones.

2. The Earth Goes Around
La música que escucharon los últimos astronautas al señalar la Tierra, todavía redonda y en órbita.

3. Trailer Music
Que no cunda el pánico, seguro que alguna civilización del futuro rodará una película sobre nuestro Apocalipsis. Así sonará el tráiler. Bien de bicicletas, bien de alcohol y bien de arcoiris.

4. It's A Beautiful Day
Eurovisión. Si no tarareas esos pa-pa-pa-pa moviendo los brazos al bajar por la próxima escalinata que te encuentres mientras huyes de la hecatombe es que el fin del mundo te ha dejado sin alma.

5. Love's Prelude
Las cosas siempre avisan cuando llegan, hay señales, pero no les haces caso. Como tampoco se lo harás a este tema que, sin embargo, desemboca en...

6. Love's Theme
Un himno al Amor. Repasa todos esos gestos y objetos cotidianos que se convierten en tesoros cuando estás enamorado: un beso, unas gafas de sol. La mejor canción del disco y la única que no está en YouTube. Al menos se puede escuchar el remix de Saint Etienne, más relajado.

7. My Baby Portable Playable Sound
Te pasan una canción y de inmediato se convierte en tu motor. Lo que te da energía. Te la pones a todas horas, eres feliz y nada más importa. Baby, baby, baby.

8. Mon Amour Tokyo
Me la imagino sonando durante la inevitable huida en coche cuando empieza a agrietarse el suelo y hay corrimientos de tierra y aparecen volcanes por doquier. Pero los protagonistas se salvan, ¿eh?

9. Collision And Improvisation
Fantástica descripción en YouTube: "una melodía para las ruedas, la batería y el anticongelante de tu coche que te garantizará una buena conducción sin importar lo duro que sea el camino". Viva el saxo.

10. Porno 3003
Parada técnica en un motel de carretera. Lo que te decía antes, que el fin del mundo te pille por ejemplo follando. La canción no es gran cosa, vale, pero hay que estar a lo que estás. Por cierto, tienes 9 minutos 51 segundos.

11. Arigato We Love You
Puede que aún quede tiempo para grabar un temazo mega-pegadizo por teléfono mientras todos los rascacielos se derrumban. Dar las gracias y decir te quiero a quienes lo merezcan. El mundo de las últimas oportunidades. Lalalala.

12. Ma Vie, L'Ete De Vie
¡Oh no! Los títulos de crédito. Todo parece perdido.

13. Happy Ending
Colorines. Resulta que al final hemos sobrevivido. (Importante: solo escuchar en caso de que, en efecto, sobrevivamos.)


Bromas al margen, realmente me gustaría que hoy se terminase el mundo, este mundo, y mañana amaneciéramos en uno mejor donde realmente importaran las personas y el planeta que nos rodea, no el dinero, ni el poder. Un cambio de ciclo, vaya. Sea como sea, yo me acordaré hoy de sonreír a cada rato. Estamos vivos.

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Side streets

Pasear, simplemente. Creo que ese placer lo vamos perdiendo. Enlazar una calle con otra, no para encontrar una tienda concreta ni llegar a tiempo a la reserva de un restaurante, sino para disfrutar de la ciudad. Sin objetivos, sin horarios. Así es como mejor se hacen las cosas, y el sábado lo recordé perdiéndonos por el Raval.


Me reencontré con fachadas que había olvidado. Descubrí nuevas tiendas en esas calles que antes atravesaba al trote, con la vista fija la parada de metro de más allá. Las estanterías están para curiosearlas, las calles para explorarlas. El sol me daba su beneplácito. Hacía tiempo que no disfrutaba así de Barcelona.

Creo que por eso me cundió tanto el viaje a Granada que hice en Marzo. No había mirado mapas, ni anotado cosas que ver. Tampoco tenía fecha de regreso. Bajé del tren pensando "¿y ahora qué?", claro, pero enseguida me guiaron las propias calles, de una cuesta a la siguiente escalera, una esquina desembocaba en una avenida, una plaza para refugiarme. Así, rincón a rincón, construí un mapa, el de mi Granada.


Un mapa sin líneas de transporte público, eso lo dejaremos para cuando haya que llegar puntual o lejos. Mejor patear, adentrarte en esas calles secundarias en las que también hay cosas. Portales abiertos por los que asoman patios y panaderías donde dan los buenos días. No más "dónde vamos", no más "qué hacemos". Estamos aquí, estamos disfrutando.

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Miqui Otero - La cápsula del tiempo

"Jamás es tarde para fabricar una anécdota."

Desde siempre, me ha gustado el poder de elección. Saber que estoy donde estoy porque tomé una serie de decisiones en su momento, y fueron las correctas porque por eso estoy aquí y ahora. Los Elige tu propia aventura eran mis lecturas favoritas cuando rondaba los 10 años. Libro-aventuras de todo tipo, ilustrados, con enigmas, con laberintos, de Indiana Jones, Dragones y Mazmorras, Sherlock Holmes. Todavía tengo una colección entera en una casa a la que ya no voy.


Lo echo de menos, la verdad. Decidir si bajar al sótano o robar un caballo para cruzar el desierto. Por eso, en cuanto me enteré de la reciente publicación de La cápsula del tiempo, un Elige tu propia aventura para treinteañeros nostálgicos, no me lo pensé.  Sin exagerar, diré que se ha convertido en la mejor lectura del año.

Esta aventura urbana de la que TÚ eres el protagonista empieza la noche de Reyes 2013. Tienes por misión llegar a un parque acuático abandonado en las afueras de Sitges. Por el camino, muchos encuentros, algo de amor y toneladas de cultura pop ("El vagón de metro es un escenario de Street Fighter II"). Idas y venidas para llegar a ese final sorprendente, a veces con una pequeña moraleja.


Y Miqui Otero sabe cómo tocarte la fibra sensible. Conoce muy bien qué tipo de lector se adentrará en este libro. Por eso, aparte de todos los guiños a tus mitos de infancia, ahí está reflejado el día a día actual, lo que creías importante entonces y lo que luchas por conservar ahora. La vida moderna. Sí, lo mejor de todo es que cualquier página del libro podría ocurrirte hoy mismo. Emoción tras cada esquina.

La edición es de lujo, además. Nada que ver con aquellos librillos de antaño. Tapas duras, papel del bueno, mapa desplegable con todas las ramificaciones de la historia. Enhorabuena a la editorial Blackie Books. Así da gusto volver a ser un niño que elige sin miedo. Nada de dudas. Dime cómo decides y te diré quién eres.

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Top 10 Álbums de 2012

Ha sido un año curioso. De muchas canciones pero pocos discos. De buscar nuevos horizontes, porque los que ya conocía (Mika, The Killers, Pet Shop Boys, Marilyn Manson...) no acababan de acertar en la diana. Pero está bien: gracias a eso, he descubierto más música nueva que nunca.


Música que me ha acompañado a lo largo y ancho de estos 12 meses y las nuevas experiencias que han traído con ellos. No dejaba de repetir "esto no lo había hecho nunca", mientras el modo aleatorio me sorprendía haciendo saltar una canción que se ajustaba a ese momento. Como siempre, hay una lista de Spotify con el primer tema de cada disco para amenizar la lectura. Y empezamos con...

10. Elton John vs Pnau - Good Morning To The Night
Tocaba reinventarse. De la mejor manera: mezclando, arriesgando, irreconocible pero acogedor, convirtiendo en alegría lo que era tristeza. Este verano no habría sonado otra cosa en la radio de mi descapotable, si lo tuviera. Ocho temas que te cargan las pilas. Juventud redescubierta. Así da gusto.

9. Alphabeat - Express Non-Stop
Deberíamos vivir siempre enamorados, decía un libro reciente, porque cuando estás enamorado, cada día es una lluvia de confettis y el mundo parece mejor a pesar de todo. Alphabeat lo entienden a la perfección y por eso homenajean el Amor con un disco eufórico. Pop chicle danés del bueno. Para bailar en tu fiesta de graduación.

8. Words and Music by Saint Etienne
El homenaje de Saint Etienne es, en cambio, para la Música. Con la que crecieron, la que escuchan, la que les gusta hacer. Las letras de este disco son cartas de amor a la música y el mundo que la rodea. Top of the pops, el primer disco que te compras, el concierto de tu grupo favorito. Words and Music te conquista poco a poco.

7. Madonna - MDNA
Originalmente, no iba a incluirlo. Pero luego me lo he puesto y he recordado que está bien. Que la selección de canciones y sobre todo de singles tendrían que haber sido mejores, sin duda, pero que ahí están el éxtasis de I'm Addicted, la furia caricaturesca de Gang Bang o la belleza de Masterpiece. Y si a ella le sirve de toque de atención para ponerse las pilas la próxima vez, bienvenido será este disco en su carrera.

6. Rufus Wainwright - Out Of The Game
Es extraño lo de este disco. Algunas canciones, por sí solas, no me dicen mucho. Pero en el conjunto del disco, me acompañan, me abrazan todas. Será que comprendo a Rufus cuando canta Sometimes You Need, será que me acuerdo de Granada, será que he escrito muchas noches con este disco de fondo. Será, será.

5. Lana del Rey - Born To Die
Al final acabé fascinado por el personaje. Demasiado hipster para ser popular y demasiado popular para ser hipster, más allá del hype, ella canta y canta. Las canciones no son tan tristes como transmite su voz. O ahora no me lo parecen tanto como cuando analicé el disco en Febrero. Cambio de prisma, paradise edition. Eso sí, tendré que hablar con ella muy seriamente, porque considero que las mejores canciones son un bonus track (Lucky Ones) y un descarte (Never Let Me Go).

4. Graffiti6 - Colours
El típico disco que, sin darte cuenta, escuchas sin parar. O el típico disco del que de repente suena una canción y dices: "¿pero qué es esto tan chulo?". Y es Graffiti6. Pero claro, es que cualquiera se resiste a esa voz, a esa especie de soul electrificado que es el álbum. Llegó pronto, en enero, y aquí sigue, capaz de colorear cualquier día. Confío que pronto haya una segunda parte de esta aventura de Jamie Scott. Otra ración de optimismo, por favor.

3. Emeli Sandé - Our Version Of Events
La intimidad que da una cama. Entre las sábanas, al oído, corazón en mano. Así canta Emeli Sandé con su voz privilegiada. Al final no es el bombazo que auguraba Heaven, pero si le das una oportunidad, esta colección de medios tiempos y baladas acaba enamorándote. Letras sinceras y producción atemporal: la fórmula del éxito. Con razón todos quieren que la chica componga para ellos. Un disco de 14 canciones en la que no me sobra ninguna, de hecho, he añadido encantado a la playlist los temas nuevos de la reedición.

2. Cocoon - Where The Oceans End
Siempre pensé que sería el #1. Fue el primer disco que escuché en 2012. La portada me impactó, recuerdo el cosquilleo, saber a ciencia cierta que me gustaría el disco. Lo confirmé escuchando ese pop-folk afrancesado con voces que fluyen juntas. Cocoon se construye su propio mundo donde las ballenas vuelan y se comen las pesadillas. Algunas de las frases más sabias de este año me las ha dado este disco, compañero de tantos momentos buenos. Tantas noches, sobre todo.

1. Pastora - Una Altra Galàxia
Se lo merecen. Por arriesgarse a cantar en catalán, por retomar ese electropop elegante de La Vida Moderna y por apostar finalmente por la felicidad. No me di cuenta hasta meses después, pero todas las canciones de Una Altra Galàxia hablan de nuevos comienzos, historias que salen bien. Y lo hacen con la misma emoción en las letras que ya es marca de la casa. Fue un placer verles por fin en directo. Magia de la buena: a veces, aunque parezca mentira, 1 más 1 suman 1.000.

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A whole new world

Un mundo ideal. Eso nos prometían, ni más ni menos, las películas de Disney. Las antiguas, cuando éramos niños. Mundos mejores donde ser feliz, a veces mediante magia y a veces, simplemente, mirando a tu alrededor con ojos distintos. Todos boquiabiertos delante del televisor, rebobinando una y otra vez la cinta de vídeo.


Querías formar parte de ese mundo. Bajo el mar, volando cometas o dándote un atracón en el castillo. Los vagabundos conquistaban a las princesas y los deshollinadores montaban un espectáculo pirotécnico por los tejados de Londres. No me extraña que tantos gays sean seguidores de Disney, hay mucho de nuestra lucha en esas películas sobre soñar lo imposible.

Ponerte una banda sonora de Disney es un subidón. Alegran cualquier día. Personalmente, me gustan más en inglés, aunque reconozco que con la de Peter Pan se me ha escapado un "volarás, volarás". Estas 13 canciones son solo algunas de mis favoritas. De Aladdin, El Rey León y Mary Poppins pondría los discos enteros. Espero que te guste la selección. Recuerda que también hay colores en el viento.


Aladdin - A Whole New World
The Lion King - Hakuna Matata
Mary Poppins - A Spoonful of Sugar
The Lion King - Circle of Life
The Little Mermaid - Part of Your World
Aladdin - Prince Ali
Mary Poppins - Let's Go Fly A Kite
Mary Poppins - Chim Chim Cher-Ee
The Little Mermaid - Under The Sea
Pocahontas - Colors of the Wind
The Jungle Book - The Bare Necessities
Peter Pan - You Can Fly! You Can Fly! You Can Fly!
Beauty and the Beast - Be Our Guest

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Bar L'Escenari del Teatreneu

Bueno, bonito, barato. No hay mejor forma de describir L'Escenari (más conocido como "el Teatreneu" a secas, como el teatro multisalas junto al que está alojado). Es ese restaurante socorrido al que vas cuando estás por Gracia y surge la pregunta "¿dónde cenamos?". Y es que tienen tarifa plana: todos los platos a 4,40€.


Las raciones son razonables pero recomiendo compartir como mínimo una ensalada (la de pasta o la de tomate con mozzarella). De platos principales hay buena variedad: crepes diversas (la de jamón del país y queso... ¡ñam!), pasta, crujientes (una especie de pizzas de hojaldre, mi favorita es la Otelo con calabacín, cebolla, champiñones y queso de cabra), provolone... Comida tan sencilla como rica, y con nombres divertidos del mundo del teatro: salas, dramaturgos, obras famosas.

Asegúrate, eso sí, de que vas con gente de buena conversación. Porque se toman su tiempo en servir, ya lo avisan en un cartel: lo suyo es la slow food, así que os pasaréis un buen rato hablando. Ideal para una segunda cita, por ejemplo, cuando toca conocerse más, confirmar afinidades, quedar bien para una tercera y definitiva cita.


El entorno acompaña, además. Todo el bar está ambientado a modo de escenario de un teatro, con muebles de madera, bambalinas, un piano, muchos libros. Una de las salas del teatro está en la parte trasera (no confundir con la puerta del baño, camuflada en el decorado). Muchos detalles: algunos los vas descubriendo visita tras visita; otros sorprenden nada más sentarte, como las cartas, con forma de entrada.

El barrio de Gracia está lleno de buenos restaurantes, pero el Teatreneu es uno de mis fijos. Apto tanto para un cumpleaños en grupo como para algo más íntimo, y con una carta lo bastante variada para que haya algo que te apetezca. Por cierto, que no había comentado la crepe de chocolate con nueces. Casi siempre acabo pidiéndola de postre. La mejor forma de evitar la tentación es caer en ella, sin duda.


C/ Terol 26-28 (Barcelona)

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Fun. - Some Nights

Hay que dar oportunidades. Segundas y terceras y las que hagan falta. No a lo loco, claro, el último disco de The Killers no mejora por más escuchas que le doy, pero luego hay casos como Fun. Su himno We Are Young me enamoró desde que lo cantaron en Glee y el primer chapuzón en el disco fue en plan: "no hay nada igual".


Y puede que sea verdad. No hay nada a la altura de un temazo tan inmediato, nada para cantar a coro en la fiesta de graduación, sangría en mano. Pero las canciones más humildes también pueden tener chicha. Los títulos están entre lo más optimista del año: Carry On, All Right y, por supuesto, It Gets Better.

La música acompaña, con ese toque a medio camino de lo excéntrico y lo hipster, desenfreno estudiado, un Mika que acaba de descubrir las guitarras y el sonido de banda. Cantan las canciones que habrías querido cantar mientras estudiabas. Cuando querías dejarle bien claro al mundo que eras invencible y auténtico.


Además, uno de los miembros Jack Antonoff (el adorable nerd de las gafas) es novio ni más ni menos que de Lena Dunham, y eso suma puntos. Seguro que una canción tan bonita y precisa como Why Am I The One acabará sonando en la serie de ella. O también Out on the town, con su acordeón electrónico.

Lo mejor de este disco es tenerlo de fondo y que de repente una frase suene más certera que las demás (When I was left for dead, I was found and now I don't roam these streets). Son canciones para supervivientes. El fin del mundo se acerca y hace falta que nos lo recuerden: a pesar de todo, contra viento y marea, ahí seguiremos.



If you're lost and alone 
Or you're sinking like a stone 
Carry on 
May your past be the sound 
Of your feet upon the ground 
Carry on

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Brenda Shoshanna - El zen y el arte de amar

"Cuando me busques de verdad, me verás en el acto"
(Kabir)

Como el mar en calma. Así me quedé después de leer este libro, y mientras lo leía. Me ha gustado mucho, la verdad. Al principio solo lo hojeé, como hojeo todos los libros que llegan a la tienda, y entonces saltó una frase que parecía escrita para mí en ese preciso instante. Eso ocurre solo con los libros especiales, y éste tenía que serlo.


La autora hace un paralelismo entre el proceso de enamoramiento y una sesión de meditación zen. Es curioso cómo encaja cada paso (cada capítulo), descalzarte, sentarte, el arte de cocinar, limpiar... pero más allá de la ocurrencia, lo bueno de El zen y el arte de amar es que, sin necesidad de que te interese el zen, sus ejemplos son visuales. Entiendes al momento qué es lo que podrías mejorar. Sin prejuicios.

¿Es autoayuda? Sí, y tampoco dice nada nuevo, en realidad, nada que no intuyeras ya. Pero como siempre digo, a veces viene bien que alguien te lo recuerde. El libro, además, es útil tanto para quien no encuentra pareja como para quien la encontró pero algo no salió bien, también para quien la tiene y quiere disfrutarla aun más.


Hay que saber apreciar lo que el mundo te da. A menudo piensas en lo mucho que te falta y no piensas en todo lo que ya tienes a tu alcance. A veces abres la puerta pero no enciendes la luz del porche. A veces culpas al mundo pero no pones de tu parte. A veces no entiendes por qué. Y a veces llegan libros como éste.

En la práctica zen nos volvemos vulnerables. Cuando nos descalzamos, empezamos el proceso de ir soltando nuestras defensas habituales y signos externos de valor. En el zendo encontramos nuestro auténtico valor, pero antes debemos abrirnos y soltar aquello a lo que nos estamos aferrando. Al hacerlo, descubrimos que aquello a lo que nos habíamos estado aferrando era lo que nos causaba los conflictos y el dolor. Y a medida que seguimos practicando, nos resulta cada vez más fácil quitarnos los zapatos y caminar, expuestos y descalzos, por el suelo de madera. Aprendemos a hacer lo que se nos pide sin titubear y a lo mejor incluso descubrimos que fue nuestra incapacidad para hacerlo en el pasado lo que contribuyó a que experimentáramos desengaños y rechazos amorosos. (Pág. 22)

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Submarine

Segundo romance hipster del año. Tras ver la maravillosa Moonrise Kingdom, tocaba el debut cinematográfico de Richard Ayoade (uno de los protagonistas de IT Crowd y director de videoclips para gente como Arctic Monkeys, Vampire Weekend o Yeah Yeah Yeahs). La película se estrenó en Inglaterra el año pasado. No es que se haya estrenado tarde en España; es que, como todo, ha llegado cuando tenía que llegar.


Sorprende que sea la adaptación de una novela. Y es que el mundo de Oliver Tate, el protagonista, es tan sumamente visual, que no te la imaginas como un bloque de texto. Bien de filtros, bien de efectos y bien de montaje (ese plano/contraplano en el pasillo). Una sorpresa tras otra. Da gusto pagar por ver delicias así en el cine.

Siempre acompañado por las canciones de su radiocassette, Oliver quiere salvar el matrimonio de sus padres, quiere seducir a una chica... pero descubrirá que tiene que establecer una escala de prioridades para salvar todas esas cosas que le importan. Una flecha no da para mil dianas. Habrá que buscar mejor munición.


Me gusta que los protagonistas no sean perfectos ni guapos. Me gustan los ojos mega-expresivos de él y la sonrisa cabrona de ella. Me gustan las escenas donde solo existen ellos dos, felices al correr por la playa o entre luces de colores. Cuando cogerse de la mano es descubrir el mundo. Un film sobre el amor, sin más. Disfrutadlo.

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Gravity Rush

Desafiar la gravedad. Era lo único que te quedaba por probar. Gravity Rush empieza, claro, con una manzana, tan roja como la de Isaac Newton. La haces caer, y cae... y entonces flota. Porque ésa es la gracia del juego: conseguir que Kat, la protagonista, vuele, salga disparada, use las paredes como si fuesen un nuevo suelo.


Desde siempre, los juegos más divertidos son aquellos que se basan en una idea sencilla pero triunfadora. De la que no te cansas, vaya. Es lo que ocurre en Gravity Rush. Algo tan tonto como poder explorarlo todo. Perspectivas imposibles, rincones que rebosan secretos. La gravedad en tus manos. Cada salto se convierte en un vuelo rasante por los tejados mientras la gente te admira desde el suelo.

Las misiones quedan en segundo plano, la verdad. Hay carreras deslizantes, pruebas contrarreloj, combates contra hordas de enemigos y jefes gigantescos... Pero cuando te lo pasas mejor es perdiéndote por Heskeville. La ciudad es tuya para que la explores entera, desde todos los ángulos. Es preciosa, con un toque europeo, esas plazas con sus fuentes. No faltan los castillos ni los barcos voladores.


Todas las consolas necesitan al principio un juego como Gravity Rush. No es el más vendido, pero sí el primero que imprime carácter en el catálogo de la plataforma. Confiaremos que para cuando llegue la segunda entrega de las aventuras gravitatorias de Kat, PS Vita haya despegado por fin. Hasta entonces, tocará flotar.

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La respuesta no es la huida

El útlimo día lo entendiste. Viendo a tu sobrino levantarse otra vez aún con el juguete en la mano. Viendo a tu gato saltar sin red. Qué habrá al otro lado del muro. Ésa era la pregunta que querías responder. Das media vuelta y sigues adelante por ese camino del que huías. Sobran precipicios en el mundo genial de las cosas que dices.


Eres la suma de todos los caminos del laberinto. Solo al recorrerlos por completo aumenta tu inventario: en uno encuentras la espada y en otro el escudo. El único error sería quedarse quieto. Las baldosas amarillas te muestran el camino más escondido y llegas por fin al centro. Viéndote tan bien armado, el Minotauro confiesa: al otro lado del muro solo hay un mar infinito.

Eso te asusta, pero ¿cómo vas a huir de algo que forma parte de tu ADN? Tú también puedes ser agua: encontrarla, tocarla fresquita, refrescarte al beberla, escucharla cuando fluye, olerla cuando le echas té. Está decidido. Te tirarás al mar y nadando volverás a ser tú. Al final, dar con la brújula fue mucho más fácil de lo que parecía.


La respuesta no es la huida.

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Memory of the future

"Ya es otoño:
queda un libro
aún por terminar."

No puede ser cualquier libro, tiene que ser especial. Lo coges, piensas tu pregunta, y entonces, al abrir el libro por una página al azar, la primera frase que te salte a la vista tendrá una respuesta infalible. Pensabas que el único loco eras tú pero resulta que es un método que existe desde hace siglos. Bibliomancia, lo llaman.


¿Otoño? Me descolocó encontrarme el poema que encabeza esta entrada. Pero lo bueno de los flashforwards, recuerdos del futuro, premoniciones, como quieras llamarlos, es que, a su manera, lo ordenan todo. Todo tiene sentido. Así que enseguida me tranquilicé porque el futuro que tenía que empezar ahí.

Sôseki estaba en lo cierto al componer su poema. Este año está siendo un río, otoño ha sido decisivo, y ahora lo entiendo, la novela tenía que terminarla en esta época. Dicen que sólo escribes tu primer libro una vez. El mío tenía que salir así. Nació el año pasado pero tenía que aparecer todo lo que he aprendido y confirmado en 2012.


Me gustan los recuerdos del futuro porque, lejos de constreñirte, te invitan a aprovechar al máximo el abanico de posibilidades. Con la tranquilidad, además, de saber que todo saldrá bien, según lo previsto. Tu elección será siempre correcta y fluirás hasta el único futuro que te pertenecía. En el fondo, eso ya lo sabías.

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Hiromi Kawakami - El señor Nakano y las mujeres

"Un plato útil, un estante útil, un hombre útil."

Tenía esta crítica guardada en un cajón. A la espera del momento oportuno, como todo lo que venden en la tienda de objetos de segunda mano donde transcurre esta novela. Objetos curiosos esperando a su comprador. Hiromi Kawakami tuvo cierto éxito con sus libros anteriores, pero éste todavía no lo había vendido. Hasta hoy, que han comprado dos ejemplares. Y he pensado que ya tocaba comentarlo.


La tienda del señor Nakano y los objetos que habitan en ella son los auténticos protagonistas de la novela. Por eso no entiendo  la elección del título, da una idea totalmente contraria al estilo profundo, sutil, sereno de la autora. La historia no transcurre en la cama sino entre estanterías polvorientas, figuras de madera, ceniceros antiguos, paraguas, electrodomésticos retro. La luz del sol o la lluvia que se ven desde la cristalera del escaparate.

Sí, la atmósfera es uno de los logros de la novela. Es el aire que respira esa extraña familia formada por el señor Nakano, su hermana Masayo y sus dos empleados, Takeo y la narradora del libro, Hitomi. Los objetos que venden, los variopintos clientes que visitan la tienda y también las comidas que comparten alrededor del hornillo irán moldeando las relaciones entre ellos. El día a día de cuatro seres útiles.


Tendrán que aprender que ellos no están en venta, por ejemplo. Que para querer a otro hay que quererse primero, y así destacar en medio del escaparate abarrotado de la portada. Espera, confía, brilla. Como un diamante de segunda mano. Me fascina esta autora. Sus libros son pequeños ríos, pedazos de vida que fluye.

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Go On

"The next right thing will come to you.
Let it. Just be ready."

Seguir adelante. No había título mejor para la nueva comedia de Matthew Perry. El hombre no consigue triunfar desde Friends pero sigue intentándolo y esta vez parece que va por el buen camino. En Go On interpreta a Ryan King, un locutor deportivo que acaba de enviudar y que se apunta a un grupo de terapia para superar la pérdida.


Daría para un dramón, sí, pero Matthew Perry apuesta por el optimismo (su anterior proyecto se titulaba Mr Sunshine, nada menos) y sus guionistas le dan la vuelta a la tortilla. La serie no va de pérdidas sino de ganancias. Abrazar el presente, darte cuenta de lo que tienes, de lo que puedes hacer, aceptar a las personas que te rodean tal como son, con todos esos detalles que las hacen únicas.

Únicos son, sin duda, los secundarios, un reparto extenso para una sit-com. Están la lesbiana viuda, la latina egocéntrica, el ciego, el acoplado, la loca de los gatos... pero hay más, como por ejemplo los compañeros de radio. Sinceramente, no recuerdo el nombre de ninguno. Son graciosos en su justa medida. Sirven todos de cojín, de contrarréplica para que Matthew Perry se luzca. Él es la estrella del show.


Empiezas a verla sin brújula, qué me están contando, pero capítulo a capítulo les coges cariño a todos. A Ryan King sobre todo. Es una comedia extraña, porque a veces te emociona (las visitas fantasmales de la esposa, por ejemplo), no siempre ríes tanto como esperabas, pero sigues viéndola porque así es la vida. Una sorpresa tras otra.

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The things I did before

Pon orden. Fue el primer consejo que encontré al abrir el libro que estoy leyendo ahora, El zen y el arte de amar. Abre un cajón, por ejemplo, y ordena todos los papeles que haya dentro, deshazte de lo que ya no necesites, recupera lo que no encontrabas, limpia. Cada día un espacio distinto, con calma.


He empezado por esa taza donde acumulo billetes de transporte, entradas de cine y conciertos, flyers, tarjetas de visita, etc. Había de todo. Hasta envoltorios antiguos y monedas de céntimo. Acumulas tantas cosas sin darte cuenta. Cuando he terminado de hacer limpieza, lo superfluo ya en la basura, me he sentido lleno.

Lleno, sí, porque gracias al contenido de la taza, he repasado todos los buenos momentos de este año, que han sido muchos. El viaje a Granada, las películas especiales, el Primavera Sound, un gofre en el Tibidabo, Madrid, las cenas antes de ir a La Penúltima, el hotel junto al lago de Puigcerdà, las tardes de playa, los helados violetas de Vioko, el concierto de Scissor Sisters, los fines de semana con los amigos, la Tarragona romana... He hecho balance y me ha gustado.


Ahora están todos los recuerdos ordenados, todas las tarjetas, todos los billetes juntos. La taza vuelve a tener espacio libre. Porque eso es lo mejor de todo: quedan muchos recuerdos por llegar, a este año todavía le queda más de un mes para seguir sorprendiéndome. Hoy mismo, ha llegado un buen disco a mi vida, el de Francis White. Así pues: bienvenidos, recuerdos. He puesto alfombra roja y la cena está lista.

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And I want to thank you

Ha aparecido hoy en un bolsillo de mi chaqueta. Ya no lo recordaba. Un flyer titulado "Fundamentos de Gandhi". Me lo regaló un amigo días atrás, en Madrid, y está lleno de frases inspiradoras que no sé si serán de Gandhi pero deberían de llenar todos los imanes de nevera, todas las postales, todas las camisetas del mundo.


"Me ha recordado a ti", dijo mi amigo al dármelo. Sonreí. Pensé en el personaje de una de las muchas novelas que tengo sin terminar: una exitosa autora de libros de autoayuda que no es capaz de poner en orden su vida. A veces soy un poco así, lo reconozco. Al releer ciertas entradas antiguas del blog, siento que me ayudan justo ahora.. Como si las escribiera a modo de recordatorio para mi futuro yo.

Crece y evoluciona. Sé congruente. Lo dijo Gandhi (se supone) y estoy de acuerdo. El año pasado una de mis películas favoritas fue Happy Thank You More Please, y poner en práctica algunos de sus consejos me ayudó tanto a mejorar, como por ejemplo dar las gracias y pedir más. Así que no sé por qué hace meses que no agradecía realmente todo lo bueno que ha ido llegando, que es mucho, y muy bueno.


Gracias, pues. Gracias a quienes sacan tiempo para verme cuando más lo necesito. Gracias a ese chico que se ha atrevido a confiar en la estabilidad de las baldosas. Gracias a los clientes por seguir comprando. Gracias a la gente que sigue escribiendo y los músicos que siguen compartiendo su música. Gracias a todos los que, de una manera u otra, me llenáis cada día. Más, por favor.

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Happy Day Bakery

Es lo que más echo en falta de Madrid cuando vuelvo a Barcelona. Aparte de la gente, claro. La pastelería Happy Day Bakery se encuentra en pleno Malasaña y está especializada en cupcakes. Los suyos son sin duda los más buenos, bonitos y baratos que he probado. Tienes un orgasmo solo con ver los expositores. No exagero.


Mi cupcake favorito es el de red velvet. Una masa roja, esponjosa, decorada con vainilla de colores y una chuche encima. En Happy Day, no se conforman con adornar los cupcakes simplemente con espuma de algún sabor; dejan correr la imaginación para los toppings: mariposas, corazones, cepillos de dientes, flores... Da tanta pena comerlos que siempre les haces una foto. Directa a Instagram.

También venden pasteles, brownies, galletas decoradas, productos americanos y, por supuesto, todo lo necesario para hacer la repostería en casa. A veces, tienes suerte y puedes sentarte en la única mesa que hay, junto a la ventana, y así disfrutar del ambiente acogedor, de un té calentito, de los miles de detalles que hay repartidos por el local. Esos carteles que animan cualquier tarde de lluvia: "Algo bueno va a ocurrir".


Me gusta el barrio de Malasaña. Me pasaría horas enteras en sus cafeterías, sus tiendas de ropa, sus librerías. Viviría allí, como ahora vivo en Gracia. No me importa desviarme un poco de mi ruta para recuperar fuerzas con un cupcake de Happy Day. O desayunarlo un domingo de resaca. Al primer mordisco de ese pequeño pastel, algo cambia, solo puedes sonreír. Entiendes el porqué del nombre.

C/ del Espíritu Santo 11 (Madrid)

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Till I can get my satisfaction

"Happiness is that little moment
when you stop craving for more."

No sé de qué lotería era ese cartel, si la de Navidad o la del 11 de Noviembre, pero me llevé las manos a la cabeza al verlo. Un muro roto, gente atrapada luchando por su libertad. Ni rastro de esos cuentos de hadas que eran los anuncios de lotería. Ruptura, agresividad, desesperación. Un signo de los tiempos que corren. La lotería de los indignados.


Algo parecido ocurre con los carteles de las elecciones catalanas de este año. Son agresivos, radicales. Uno es totalmente negro y empieza las frases con dos "No" rotundos. Otro está a medio camino entre Los Diez Mandamientos y la propaganda nazi. Y en medio, como pulpos en un garaje, unos repiten las frases naïf de cada año y los otros, quienes siempre han tirado piedras contra Cataluña, de repente buscan una actitud conciliadora que pocos se creen.

Todos nos prometen que con su fórmula mágica se solucionará todo: la independencia, el federalismo, el centralismo, la austeridad. Cuando lo consigamos, todo estará bien, dicen, y ya hemos visto con el Estatut o los recortes que la maquinaria política no se detiene, ellos siempre quieren que queramos más.

Porque ganar la lotería es solo el principio, ya se asegurarán entonces de que te asalten las dudas: ¿en qué podrías gastártela?, publicitarán tantas opciones, ¿y qué seguros contratas?, ¿y si te roban?, ¿y si ya no sabes vivir sin dinero?, ¿y si ahora tu karma se equilibra y ocurre una desgracia? El síndrome de Hurley en Perdidos.


Los auténticos cambios no los traerá ningún billete de lotería ni ninguna papeleta electoral. No depositaré mis esperanzas en las fórmulas mágicas de gente que solo sonríe en los pósters. Eso no significa que no compre o que no vote, está bien tener ilusión. Al fin y al cabo, los Reyes Magos no existen pero todos esperamos regalos el 6 de Enero por la mañana. Se trata de abrir el regalo con la cabeza fría, sabiendo que la felicidad ya estaba aquí y ahora. Te la has trabajado.