El Atlas de las nubes
"You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one"
Soy talifán de los Wachowski, vaya eso por delante. Menos Lazos ardientes, que no la he visto, todas sus películas me han dejado clavado al asiento y, lo que es más importante, me han hecho pensar una vez fuera de la sala de cine. Bueno, Speed Racer no tanto, pero la trilogía Matrix y "su" V de Vendetta sí.
Ahora tocaba Cloud Atlas. Ni siquiera después de ver el tráiler sabía muy bien qué esperar. Película de época y ciencia ficción, los mismos actores en papeles totalmente distintos, comedia, espionaje, acción, amor eterno... parecía un cóctel con muchos ingredientes, demasiados. Y dura 3 horas, nada menos.
Ya en el cine, el desconcierto todavía duró 5 minutos. Y entonces conecté. Me olvidé de todo, disfruté, ni por un momento se me ocurrió mirar la hora. En la pantalla se sucedían las espectaculares vistas de una Seúl futurista con las cartas que escribe un pianista enamorado de otro hombre, saltábamos de un thriller sobre una central nuclear a un grupo de ancianos planeando su fuga de un asilo.
Si en Matrix o V de Vendetta los Wachowski alentaban la rebeldía contra el sistema, aquí apuestan en cambio por los pequeños gestos individuales. Cada crimen o cada acto de bondad acabará decidiendo el futuro, no el nuestro, sino el de la Humanidad entera: una red de conexiones invisibles. Piedrecitas que desencadenan avalanchas.
Me ha sorprendido, sobre todo, que sea una película tan intimista. Más allá de toda la parafernalia, de los efectos especiales, de su peculiar narrativa con historias entrecruzadas a lo largo de varios siglos, película cuenta la historia (las historias) de seis héroes y las personas que les rodean en el momento más crucial de su vida. Sus sentimientos y sus dudas ante la encrucijada: ése es el eje de Cloud Atlas.
Entiendo que no tuviera éxito en Estados Unidos. Lo entiendo y me da mucha pena, porque es una película necesaria. Tú también puedes ser un héroe, parece decirte. Alguien al que futuras generaciones recordarán como fuente casi divina de inspiración. No hacen falta grandes gestas. De tus decisiones depende: firmar o no firmar un contrato, componer una canción, ayudar a unos desconocidos, valorarte a ti mismo. Quizá nuestras pequeñas revoluciones sean las más importantes.
2 comentarios:
S-P-O-I-I-L-E-R-S!!!
A mí como que eso de que el amor (y lo que no es el amor) perdure en futuras vidas de reencarnaciones de tu alma, como que no, y esperar 3 años (que diga 3 horas para eso) como que es un poco "plof", añadiendo el detalle de que la vi en V.O. sin subtítulos, se me hizo un poco caótica de seguir.
Hmm... No creo que la película apueste de forma obvia por ninguna teoría, en ningún momento hablan de reencarnaciones del alma. Lo del amor, ocurre solo con algunos personajes y podría ser simplemente casualidad.
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