How does the grass grow?
Últimamente veo muchos brotes de hierba en las aceras. Crecen en montoncitos de tierra caídos, supongo, de algún tiesto por efecto del viento. Por las calles de toda Barcelona, ahí están: brotes incipientes, frágiles, diminuto. Pero verdes, verdísimos.
Parecen decir que también en el asfalto gris de las ciudades puede haber vida, que siempre hay caminos. Salto para no pisarlos y sigo andando, ahora con una sonrisa. Sé que cuando vuelva a pasar ninguno estará ahí, pero me gusta pensar que se lo habrá llevado el viento hacia tierras más prósperas. Y que algún día, quién sabe, uno de ellos será un roble. Dirá con orgullo que cayó para continuar creciendo.
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