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Le vent nous portera

Te gustaría vivir en París. Una buhardilla pequeña desde la que, para cumplir todos los tópicos, verías a lo lejos la Torre Eiffel. Estaría en un barrio poco concurrido, alejado del centro. Así atravesarías la ciudad a pie cada mañana. Nunca cogerías el metro, menudo sacrilegio en una ciudad donde todas las calles son bonitas.


Te gustaría vivir en París. "Algún día", le dices a un amigo al llegar a la playa. Lo dices por decir, uno de esos planes irrealizables pero muy meditados que un día, sin más preámbulo, salen a la luz. En París ya estuviste hace 10 años, pero ahora irías de otra manera. Te patearías los museos y las placitas con cafés alrededor y los rincones escondidos que entonces pasaste por alto. La librería Shakespeare and Co, junto al Sena. Y antes aprenderás francés. Que no vuelvan a poner los ojos en blanco los camareros al recurrir al inglés incluso para una mísera Orangina.

Te gustaría vivir en París como te gustarían tantas otras cosas. Ríes. Qué tontería. Bajáis del coche, cogéis los bártulos. De camino a la playa, sobre un banco, alguien ha abandonado un libro. Vuelves a verlo horas después, cuando ya os vais un poco más morenos. Nadie lo ha cogido. Lo coges tú. Y es una novela en francés, claro. Para que vayas practicando. El título: "L'inespérée". Lo inesperado.

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4 comentarios:

Scout Finch dijo...

Ais... estuve en París este julio visitando a mi compañera de piso que estaba de estancia temporal allí. Y justo ella vivía en una de esas buhardillas desde donde ves esos mismos tejados, un encanto (aunque la realidad es muy diferente y con el calorazo que hacía la buhardilla se convirtió en un auténtico horno y no dejaba de ser un minipiso de 25 metros cuadrados... pero por unos meses...). Y tuve horas y horas para perderme por sus calles, estuve pululando por la shakespeare & co intentando seguir después el recorrido de Antes del atardecer (sin éxito....), la ciudad más bonita del mundo. Aunque para vivir no es una ciudad, ya te lo digo, jejeje. Pero para soñar y quedarte una temporada, una delicia.

Alex Pler dijo...

¡Qué suerte! ¿Cuántos días estuviste? Precisamente, ese recorrido de "Antes del atardecer" me gustaría hacerlo a mí, aunque sospecho que estará idealizado. Cuando estuve en 2004, pasaba de camino al hotel por una calle muy parecida a la que les lleva hasta el café (la que tiene un jardín vallado a un lado y casas al otro), y siempre me hace ilusión pensar que era esa calle.

Todos estos sueños tienen un punto de locura, para eso son sueños. La realidad es otra, y a pesar de todas las cosas que me has dicho... como que tengo más ganas, esos detalles que dejas caer hacen que vaya cogiendo forma la idea. Poco a poco.

¿Cuándo vuelves a ver a tu amiga? (por colarme en la maleta, más que nada)

Scout Finch dijo...

Jejejeje lástima porque ya volvió :-p Estuve seis días, la semana más calurosa de todo el verano, pero bueno.

Te he dejado varias fotos por twitter que te gustarán. Ese tramo que dices fue el único que reconocí... a partir de ahí fue imposible seguirlo... Busqué también como una loca los puentes por los que pasan y creo que alguno reconocí. Tengo que volver a verla y reconoceré los sitios (igual que hace pocos días volví a ver Amelie y reconocí algunos de los sitios por los que había pasado), me encanta reconocer escenarios cinematográficos o decir "ahí he estado yo!!!".

Y sí... aún con todo lo que tiene París, pasar una temporada allí es para soñar.

Un abrazo!!!

Alex Pler dijo...

A todos nos gustaría vivir una película, supongo, de ahí el placer de ver que esos rincones por los que has paseado, sirven también de plató. No vas tan desencaminado si esa calle con árboles o el café de la esquina salen en una película.

Seis semanas en París... ¡qué maravilla! Sueño, sueño...

Otro abrazo.

PD: Ya he visto las fotos. ¡Gracias!

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