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The Ides of March

Estoy desconectado de la política. Ya he dicho alguna vez que prefiero no ver telediarios ni leer la prensa. Se vive más feliz así. No se trata de ignorancia si no de buscar vías alternativas para informarte: foros, Twitter... De lo importante te acabas enterando. De todo lo demás, todo ese relleno con que los medios de comunicación solo pretenden asustar, controlar, indignar a la población, domándola gracias al estado de apatía en que la sumergen, no me entero. Políticos corruptos a los que no les pasa nada, por ejemplo.


Con este punto de partida, imaginaréis que una película sobre las turbiedades de la política y su trastienda no era lo que más ilusión me hacía. Por suerte, en Los Idus de Marzo, ese mundo de los políticos corruptos y toda la gente que se dedica a cubrirles las espaldas y limpiar o silenciar sus desaguisados, es solo el atrezzo. La excusa para hablarnos de la transformación de un hombre, Stephen, que durante una campaña de primarias perderá la inocencia. Cambiará el lirio en la mano por un instinto de supervivencia casi darwinista.

Los Idus de Marzo resulta al final muy interesante: por temática (ver desde dentro algo que aquí nos parece lejano como las primarias estadounidenses, un tipo de proceso en teoría mucho más democrático pero que conlleva una lucha de poder sin precedentes), por evolución del personaje principal (Ryan Gosling, que proyecto tras proyecto se está convirtiendo a paso agigantados en uno de los grandes actores de su generación), por puesta en escena (hay secuencias magníficas: las conversaciones encadenadas en tres despachos distintos, el backstage, la tensa espera en coche para conocer la decisión del gobernador...).


"Tienes que pensar en ti" fue el mejor consejo que me dieron el año pasado. Algo parecido acaba descubriendo Stephen. Si no te cuidas a ti mismo y piensas que los demás siempre estarán apoyándote y protegiéndote, acabas tirado en la cuneta o -peor todavía- traicionando tú mismo tus ideales. Lucha por lo que crees y cuida de quienes merezca la pena hacerlo, pero primero lucha siempre por ti.

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8 comentarios:

Lidia dijo...

Suscribo ciento por ciento tu primer párrafo. Comulgo y practico esa misma "religión": la desinformación consciente, para estar realmente informada... Bssss

Alex Pler dijo...

Se suele decir que los ignorantes son los únicos que viven felices. Pienso que es mejor buscar un camino intermedio. Desinformación consciente... lo compro.

Dan dijo...

Sí a todo. Pero 100%, el primer, segundo y todos los párrafos. Cada vez sé más por qué somos tan amigos, aunque a veces no hablemos de todos los temas. Y está claro por qué no los hablamos, porque no nos van.

Además esta peli que me parecía un visionado casi obligado (por ser de Oh my "Gosh-lin", por dirigirla Clooney, porque no había otra que me interesara más en ese cine...) y ha resultado ser una sorpresa y un peliculón perfectamente rodado e interpretado y encima en la mejor compañía ;) Estoy encantado.

Por cierto, la becaria, que tanto me sonaba, es la prota de Thirteen, una de mis pelis independientes favoritas. Si no la has visto, haz caso a tu recomendador oficial de cine XD

Alex Pler dijo...

Supongo que esas sintonías y afinidades se notan, aunque no hablemos específicamente de esos temas.

Fue una grata sorpresa esta película, así que muchas gracias por animarme a verla. Y tendremos en cuenta Thirteen ;)

David dijo...

La película me gustó, pero me la esperaba más enfocada hacia la política pura y dura, más en sintonía con la subtrama que asalta al personaje de Rayn Gosling entre partidos, que no al escándalo sexual.
Me parece mucha más atractiva la trama de Paul Giamatti y su oferta-que-no-es-oferta, garantizándose la jugada tanto si la acepta como si no.

Ver el desencadenante principal atado a eso me dio la sensación de ser "una más", aunque precisamente eso es lo que la ancla a la realidad, no hacen falta casos de conspiraciones políticas, a veces lo único que hace falta para desencadenarlo todo es un escándalo de esa índole.

Pese a lo bien rodada que está y a los grandes actores que tiene, me esperaba más. Y eso que los secundarios son enormes, y todos tienen su momento de gloria que los define.

Por otro lado, que un personaje como el de Ryan Gosling llegue a unas primarias y siga todavía con el lirio en la mano es difícil de creer... pero como está tan bien hecha, se lo perdonamos.

Alex Pler dijo...

Supongo que a mí me gustó tanto precisamente por lo contrario que a ti: me la esperaba mucho más política y tira por lo contrario, que ya me viene bien tal como estoy ahora. Pero coincido con que la jugada del personaje de Giamatti es magistral y daba para mucho más (el tema de la prensa también está desaprovechado).

David dijo...

Hablando de cine, acabo de volver del cine tras ver Shame, y me ha gustado muchísimo.

Es justo lo que exponías en tu crítica, de hace tiempo. Todo detalle es importante, hasta las pintadas en las paredes de cemento donde Brandon tiene sexo con la chica del bar.

También me ha fascinado la escena del restaurante con Brandon, su hermana y su jefe. Desde la canción enterita de "New York, New York" con ese plano inamovible hasta casi el final, pasando por la conversación entre David y Sissy, con Brandon en medio, sin decir una palabra pero diciéndolo todo con sus gestos, ayudado por el propio encuadre de la escena en sí. Y de esa escena, a tantas otras: el flirteo casi imperceptible con la chica del bar (y sus amigas) a la que intenta ligarse, sin éxito, su jefe. O la del metro, o la del restaurante con la compañera de trabajo.

Hay tanto por decir! Solo repetir que me ha gustado y cumple justo lo que esperaba.

Alex Pler dijo...

Shame acabará siendo película de culto, al tiempo. Es asombrosa. Tengo muchas ganas de revisitarla en DVD para fijarme en cada detalle. Como escritor, disfruté mucho de todos esas sutilezas con las que construyen cada plano, cada escena.

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