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I've got your music

Vuelvo a tener música. Ayer, por fin, me compré unos cascos nuevos. Sencillos pero blancos. Y baratos, que eso es primordial hoy en día. Resulta que encendí el mp3 y la música era más reciente de lo que recordaba. No han pasado tantos meses sin música fuera de casa, pero se han hecho largos los paseos.


Y es que con un poco de música todo pasa mejor. Los quince minutos hasta el trabajo, los pasillos labertínticos en el trasbordo del metro, la espera hasta que el agua hierve antes de echar la pasta, el viaje en Nitbús con la frente apoyada contra la ventanilla. Los preliminares, las copas, las esperas.

La música inspira. Sé que, como ahora vuelvo a tener cascos, durante cualquier trayecto mil canciones desbordarán mis oídos, y con ellas, brotarán las ideas. Nadie debería vivir sin música. Es oxígeno. Emociones y atmósfera concentradas en píldoras de tres minutos. Ese placer de darle al play y que el reproductor siempre acierte. Señales o guiños, da igual. La música está para hacerla tuya.

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2 comentarios:

Scout Finch dijo...

Touché. Por completo. De hecho es la razón por la que puse a mi blog ese título. Yo no puedo vivir sin música en mis orejas, ni un sólo momento. Necesito como el agua, cuando estoy sola, tener canciones rodando a mi alrededor. Me anima cuando lo necesito, me calma y me da el sosiego en otros momentos, me hace compañía. Los viajes en metro y los paseos por la ciudad no serían lo mismo sin mi mp3, sí, lo reconozco, soy adicta. Disfruta de volver a tener el soporte para hacerlo.

Alex Pler dijo...

Y esa sensación cuando terminas un día raro, sin fuerzas... y te das cuenta de que no has escuchado ninguna canción. Será eso.

Tengo que pasarme más por tu blog, que siempre tocas buenas teclas :D

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