MDNA es un buen disco. Partamos de ahí. Madonna no ha acertado con la promoción: había canciones más representativas que los singles elegidos, se podría haber mejorado el orden y la selección de temas, algunos productores no parecen los más acertados para producir ciertas canciones... Fallos de principiante, casi. Parece que estar encorsetada en Warner podía reportarle ciertos beneficios. Pero volvamos a la sorpresa inicial: contra todo pronóstico, MDNA es un buen disco.
En muchos sentidos, es un recorrido por la carrera de Madonna: su ADN, entendemos. Recién liberada (atrás quedan Guy Ritchie y su discográfica de toda la vida), toca exorcizar demonios. "¿Y ahora qué?", se pregunta sola en medio de la pista de baile. Pues ahora el dance desinhibido de sus inicios que ya revisitó en
Confessions On A Dance Floor, ahora la rabia y la frustración de
Erotica, ahora la desorientación post-divorcio de
Like A Prayer, ahora la esquizofrenia musical de
American Life y
Music, ahora la ingenuidad de
True Blue, ahora las concesiones comerciales de
Hard Candy y
Bedtime Stories, ahora la sinceridad y la búsqueda de
Ray Of Light (pero sin el misticismo: es todo más descarnado).
Eso sí,
MDNA no tiene La Canción. Ese tema que justifica toda una era, que arrasa en las listas, que todo el mundo adora porque llega acompañado de un vídeo que impacta. Te podrán gustar unas canciones u otras del disco, pero aquí no hay un
Like A Prayer, un
Vogue, un
Frozen, un
Music, un
Hung Up, nada que se le acerque remotamente. Por suerte, como conjunto, el disco funciona muy bien.
¿Y cómo definir cuál es ese conjunto? Demasiadas canciones, cambios en el tracklist a pocas semanas del lanzamiento, ni siquiera queda muy claro cuál es la portada del disco (la que todos recordaremos y se utilizará dentro de un años en las retrospectivas de Madonna). ¿Qué sentido tiene que se promocione más la portada de una edición deluxe que, como tal, debería ser limitada y dirigida solo a los fans?
Al disco no le ha beneficiado esta ausencia de organización, de sentido y dirección claros, y por eso, aunque suelo disfrutar los discos de principio a fin, tal y como fueron concebidos, en este caso defenderé que cada cual se confeccione su propio
MDNA. Escuchas todas las canciones, te quedas con las que te gustan, descubres qué historia explica para ti este disco, lo haces tuyo, y en base a ello le encuentras una estructura. Esta crítica va a ser la de mi
MDNA. Os invito a descubrir el vuestro.
1. I'm Addicted
Madonna en medio de la discoteca. Va tan puesta de todo que hasta la voz se le distorsiona. Un clásico techno-bakala sobre flechazos bajo las luces estroboscópicas. Ese instante que dejas de prestar atención a todo lo que te rodea, a la canción que suena incluso, porque notas la pistola del otro apretándose contra ti. No es
Impressive Instant ni llega al nivel de trallerismo de
Where Have You Been de Rihanna, pero esos "M-D-N-A, M-D-N-A" son irresistibles.
I'm willing to take this chance, I need to dance!
2. Gang Bang
Co-escrita por Mika,
Gang Bang es lo más cerca que llega
MDNA de conseguir La Canción. Oscura, hipnótica, amenazante. Creo que cualquiera que haya pasado por una ruptura se sentirá identificado, pero pocos se atreverían a poner en palabras esa rabia contenida. Madonna sí, menuda es ella. Egoísmo irracional: desearías que la vida del otro se detuviera, ser tú el único que sigue adelante porque eres el único que lo merece. Dita sigue viva y se ha comprado una escopeta.
How could I move on with my life if you didn’t die for me baby?
3. I'm A Sinner
William Orbit es consciente de lo que muchos esperaban de él: reciclar Beautiful Stranger de forma que suene fresca. Y no defrauda. El desparpajo sesentero queda perfecto para una canción tan hedonista. Digan lo que digan, asegura Madonna, todos somos pecadores. Disfrutémoslo.
Saint Sebastian, don't you cry, let those poison arrows fly.
4. Girl Gone Wild
Algo pasa con esta canción. Como single no le veo la fuerza suficiente, pero como canción de disco es espectacular. Así supera Madonna la ruptura: volviendo a nacer, orgullosa de desfasarse ahora que ya no tiene quien la rectifique. Brazos al aire, boa de plumas, Tanqueray en vena, ye-ye-ye.
My inhibition's gone away, I feel like sinning.
5. Turn Up The Radio
Coges el coche, no le dices a nadie a donde vas, ni siquiera tú lo sabes, pones música, el volumen al máximo, pisas el acelerador, las ciudades desaparecen, los paisajes se desdibujan, el rugido del motor ya se confunde con la música, el sol se pone, se encienden los focos, termina la carretera pero sigues conduciendo, sigues adelante, sigues y sigues, el mundo desaparece, solo quedas tú, sonríes al reconocerte en el retrovisor. Por primera vez en mucho tiempo sabes quién eres.
Turn down the noise and turn up the volume.
6. Some Girls
Sigue el revival noventero con una canción extrañamente adictiva. En cierta manera me recuerda a Scheiße de Lady Gaga, pero afortunadamente sin las mismas pretensiones de hacer arte. Reafirmarte bailando: sabes que eres único, el mejor, y que bailas como nadie. Y llega quien lo aprecia.
Some girls are not like me, I am better than you will ever be.
7. Beautiful Killer
El encantador de serpientes, el escorpión con carita de ángel, el asesino disfrazado de Armani. Es guapo y su mirada hipnotiza. Quieres que te abrace y quieres que te mate. Nada de eso ocurrirá. Lo sabes muy bien, es una historia que se repite. Y por eso cantas. Adoro ese interludio con los violines recreando la melodía del estribillo, tiene un sabor clásico, de película francesa. Grower oficial.
Can’t really talk with a gun in my mouth.
8. Masterpiece
Lo dije en su momento y me reitero: To Have And Not To Hold 2.0. Se compuso para la película W.E. pero encaja sorprendemente bien en un disco que al fin y al cabo trata de lo que pierdes y lo que encuentras cuando las historias terminan: ventanas que dan a otras puertas. Para mí, Masterpiece va dedicada al Beautiful Killer de la canción anterior. Por fin consigues pasar página y solo puedes sentir lástima por esa persona que posa haciéndose el inalcanzable.
'Cause after all nothing's indestructible.
9. Love Spent
El juego de palabras del título es múltiple, como múltiples son los estribillos y los recovecos de esta canción juguetona. Banjos, samples de ABBA, abusos de vocoder y un crescendo muy cañero que refuerza el significado de este disco: nunca es el final, sino un nuevo principio.
I guess if I was your treasury, you'd have found the time to treasure me.
10. Best Friend
La letra más sincera del disco. Madonna recita todo lo que echa de menos de Guy Ritchie y reconoce que, aunque haya quitado su fotografía de la pared, a partir de ahora todos los hombres tendrán que compararse con él. Toda la sinceridad queda escondida bajo una producción electrónica y traviesa: los sonidos vienen y van, camuflan la voz, la transforman en algo frívolo, como si a estas alturas ya poco importase lo que se puede decir o callar.
Still I have no regrets, 'cause I survived the biggest test.
11. I Fucked Up
De la sinceridad, pasamos a la humildad. Otro lado poco habitual de Madonna: ni en Ray Of Light llegó al extremo de pedir perdón a nadie. Si en su disco más místico Madonna se reconciliaba con el mundo, en MDNA se reconcilia con ella misma. Se reconoce humana y pasa página.
You wanna know how to make God laugh, tell him your plans.
12. Falling Free
¿A quién le canta esto Madonna? ¿Al pasado o al futuro? No importa. Ha sobrevivido, ha aprendido, ha crecido, tiene la llave que abre todas las puertas. Es libre.
When I let loose the need to know, then we're both free, we're free to go.