Let's go fly a kite
Sopla el viento en Barcelona. Enérgico, sacude las ramas y la banderola de las tiendas, mueve puertas, te convierte a ti en la vela de un barco para que surques tu ciudad. Es un viento de cambios. Mi 2013 va a traerlos, lo intuyo. Los primeros, de hecho, ya llegaron a lo largo del año pasado, y los abracé, y los sigo disfrutando.
Y me acuerdo inevitablemente de Mary Poppins. De la veleta del Sr. Bitácora que, entre cañonazo y cañonazo, marcaba la dirección del viento. "Me quedaré hasta que cambie el viento", les decía Mary Poppins a los niños. A mi mente infantil le impresionaba el poder del viento, sobre todo en la última escena de la película, cuando gracias a él, echaban a volar decenas de cometas en el parque.
Let's go fly a kite
Up to the highest height
Let's go fly a kite and send it soaring
Up through the atmosphere
Up where the air is clear
Oh, let's go fly a kite
2 comentarios:
Vientos de cambio... Me lo tomaré así también.
¡Que soplen, que soplen!
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