Mathias Malzieu - La mecánica del corazón
Antes de conocer el sabor de las fresas con azúcar, uno no las pide todos los días.
Como librero, hay veces que te llega un libro y sabes (sientes) que es especial. Puede ser por el título, por la portada, quizá por la sinopsis... No necesitas leerlo para empezar a recomendarlo a esos clientes que intuyes que sabrán apreciarlo. Y aciertas, los clientes quedan encantados y te compran más ejemplares para regalarlo. Se te acumulan demasiadas lecturas pendientes en la mesilla de noche, pero sabes que tarde o temprano, ese libro tendrás que leerlo.
Y cuando por fin llega el día de la lectura, siempre ocurre en el momento más adecuado, y al cerrarlo tras saborear la última página, la última frase, piensas: "No me equivoqué: es especial". Me pasó con La soledad de los números primos (¡ese título!) y me ha pasado con "La mecánica del corazón". Cuando puse en Facebook que iba a leerlo, descubrí que entre mis amigos, había decepcionado bastante; sólo una persona me dijo que le había gustado mucho (excepto el final) y que incluso le había ayudado en su momento. Una vez más, tengo que coincidir con esta persona.
¿Qué se esconde detrás de la preciosísima ilustración de Benjamin Lacombe (ilustrador francés responsable de otras maravillas como "Los amantes mariposa" o "Cuentos silenciosos") que nos invita a abrir "La mecánica del corazón"? Pues ni más ni menos que una fábula sobre el amor. Iba a decir "Una fábula sobre el primer amor", pero no sería del todo cierto. Al final, descubres que todos los amores te marcan a fuego. Del primero al último. Cada uno a su manera. Pero todos te hacen bajar las defensas, a todos te entregas ciegamente, todos te parecen algo nuevo y distinto, todos te hacen flotar mientras duran, por todos luchas hasta la extenuación. Y cuando terminan, todos te desbordan y te hacen sufrir hasta el punto de que parece que morirás.
La portada y la sinopsis de "La mecánica del corazón" recuerdan a Tim Burton, y no es casual. La peripecia del pequeño Jack en busca del amor está plagada de elementos muy burtonianos: pájaros que caen muertos "el día más frío de la historia", humanos monstruosos y monstruos muy humanos, un reloj-corazón demasiado frágil para soportar los sufrimientos del amor, personajes secundarios tan siniestros y adorables como Madeleine, Arthur, Jack el Destripador, George Mélies, una atmósfera de bello cuento trágico surcando todas sus páginas...
Quizá no tiene el encanto de los poemas de Tim Burton recogidos en "La melancólica muerte de Chico Ostra", porque "La mecánica del corazón" no es un libro perfecto: le falla principalmente el ritmo. A ratos todo pasa muy rápido y a ratos muy lento; hay elipsis frustrantes y escenas innecesarias. Tampoco acabo de entender la división por capítulos. Y aunque la mayoría de metáforas y alegorías son preciosas, muy imaginativas y sobre todo imprescindibles para adornar el texto de ese aura de cuento macabro, a veces Mathias Malzieu es tan rebuscado que no sabes muy bien qué te quiere decir. O lo sabes, pero estás convencido de que no era necesaria tanta parafernalia. En cualquier caso, a pesar de estos mínimos defectos, este cuento infantil para adultos es una maravilla.
Te enamoras con Jack, buscas el amor con Jack, sientes la desdicha de Jack. Me ha hecho gracia que gran parte de la acción transcurra en Granada, ciudad donde yo también viví el primer amor. No me enamoré de una bailarina andaluza como Jack, pero sí de un (aprendiz de) artista andaluz. Pero ya digo que "La mecánica del corazón" habla de El Amor en general, no del primer amor. Del proceso inevitable que todo amor conlleva. De cómo al final, siempre, aunque parezca mentira, sobrevives.
En Francia, el autor publicó un álbum con su banda Dionysos, con canciones inspiradas por el libro y algunos featurings inverosímiles como Rossy De Palma. También se estrenó un musical, y Luc Besson prepara una película de animación en colaboración con Benjamin Lacombe. Una buena muestra de que este libro ya se ha convertido en un pequeño clásico. Como mínimo, yo lo he puesto en mi estantería de "libros especiales". Hay que leerlo.
Estás vivo; distinto, pero vivo.
2 comentarios:
En el caso de "La Mecánica del Corazón" el libro me parece precioso... pero creo que tiene el mismo problema cuando acaba como "La soledad de los números primos": los personajes no avanzan. Al menos me da la sensación que no consiguen lo que desean, y sus finales me dejan con un sabor de boca extraño.
Es raro porque en general ambos libros son interesantes, pero sus finales me estropean el recuerdo. Ahora tengo aquí "La alargada sombra del corazón" aún para leérmelo y me da miedito, la verdad.
No conseguir lo que deseas no es lo mismo que no avanzar, yo creo que sí avanzan. Mucho. En el caso de Jack, se endurece. En el caso de los protagonistas de "La soledad de los números primos", creo que por fin se desencallan, se dan la oportunidad de intentar ser felices.
"La alargada sombra del amor" me han dicho que es bastante malo pero yo también lo tengo en la mesilla, será el próximo que lea.
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