Estos 20 discos me han acompañado de una forma u otra a lo largo de mi 2011. Algunos me han hecho a bailar, otros me han hecho compañía, muchos me han enseñado a crecer como persona, unos pocos me han emocionado de verdad... pero sin todos ellos no entendería este año. Quizá sorprenda la selección. O quizá no tanto si habéis ido leyendo este blog de vez en cuando. Sólo sé que estos 20 álbums definen mi 2011 y por eso están aquí, y no otros. (He creado una playlist de Spotify con la primera canción de cada disco, para presentarlos mejor y de paso acompañar la lectura de la lista.)
Y empezamos ni más ni menos que con...
20. Lady Gaga - Born This Way
"El mejor disco de la década" según Lady Gaga se cuela in extremis en mi top, y es que a pesar de que ella esté empeñada en que la aborrezcamos, es innegable que
Born This Way contiene temazos que ya forman parte de nuestra historia. Lástima de portada (se ve que las fotos buenas las dejó para los singles) y sobre todo, lástima de tracklist excesivo. Con una selección exhaustiva que sólo incluyera las 10/11 mejores canciones, el disco habría ganado muchos puntos.
19. Jessica 6 - See The Light
El debut de Jessica 6 no está aquí sólo por temazos sueltos como
White Horse o
Prisoner Of Love, también por todo el conjunto de canciones. Están producidas con tan buen gusto que no importa escuchar el disco entero de principio a fin. Vamos, lo opuesto al anterior. No sé por qué, la música de Jessica 6 me suena a porno elegante, así que sé que sonarán el día que Alex Pler presente un libro sobre sexo.
18. Roxette - Charm School
Mis suecos favoritos volvían a principios de un año con un
disco descafeinado. Dos o tres canciones dignas de sus mejores épocas junto a muchos temas menores. Aún así, les tengo cariño, se les echaba de menos, da gusto escuchar otra vez la voz de Marie y siempre preferiré un disco nuevo que el enésimo recopilatorio. La entrada para verlos por fin en concierto es uno de los mejores regalos que me han hecho este año.
17. Eva & The Heartmaker - Dominoes
Una de esas sorpresas a las que no sabes muy bien cómo llegas pero que te enamoran desde la primera escucha. Clásico ejemplo de participante en programa de televisión musical que se monta un grupo y calla bocas gracias a una buena propuesta. En este caso, pop efectivo con toques de electrónica ochentera. Son de Noruega.
Signals y
Gone In A Flash se llevan la palma, pero ninguna tiene desperdicio. De haberlos descubierto antes, habrían escalado algunos puestos en el Top.
16. Miranda - Magistral
Siempre tuve la sensación de que Miranda acabaría sacando un disco del que me gustasen muchas canciones, no sólo 1 o 2 singles. Ese disco es
Magistral y llegó en el mejor momento, cuando tenía ganas de reír. Destaco
Ya Lo Sabía,
Ritmo & Decepción y sobre todo
Tucán (aún intento averiguar si va, como creo, sobre una polla amarilla) y la pegadiza
Puro Talento que cierra el disco de la mejor forma. Hay que saber reírse y relativizarlo todo, y pocos lo hacen como ellos.
15. The Sounds - Something To Die For
Gracias a
Scream 4 descubrí esa perfección pop que es
Something To Die For, y gracias a Spotify indagué en el grupo y descubrí que tenían varios discos anteriores, pero el que me gusta de verdad es el que han sacado este año. Yo en mi línea de adorar los discos de grupos que añaden sintetizadores a su sonido. Ya la portada avisa de lo que nos encontraremos: pop-rock sueco de factura impecable, contundente a ratos y con colorines aquí y allá.
14. CocknBullKid - Adulthood
Que no os engañe la portada ni la primera escucha: es un discazo. Me lo recomendó mi amigo Agrio y reconozco que después de escucharlo estuve tentado de borrarlo. Me había dejado frío y encima no incluía la excelente
I'm Not Sorry, que había escuchado por YouTube. Pero me pasé el disco al mp3 y de vez en cuando me saltaba una canción y pensaba: "¿Qué es este temazo?". Y siempre era CocknBullKid. Un sonido muy peculiar a base de una voz dulce y fuerte, palmadas, percusiones, pianos acelerados, coros y canciones que crecen y crecen. Grower oficial de 2011.
13. Friendly Fires - Pala
La portada más bonita del año acompaña a un disco único. Música de evasión. Sonido interesante, como si a Keane les diera por desmelenarse e irse de carnaval. Entre tambores y sintetizadores, una voz potente y etérea al mismo tiempo. Es tentador pensar que sólo merecen la pena los singles
Live Those Days Tonight y
Hawaiian Air, pero de repente te descubres adorando locuras como
True Love, que te atrapan con su sonido envolvente. Debería estar mucho más arriba en el Top. Gracias a
Kadaj por descubrírmelos.
12. Oh Land - Oh Land
Lo de esta danesa es un misterio. Cuando escuché el disco a principios de año, me cautivó. Estaba convencido de que Oh Land daría mucho que hablar, que todas las modernas y todos los maricas se volverían locos con el pop elegante de esta chica. Me equivocaba. El disco es espectacular en cualquier caso: oscuro casi siempre pero con momentos moviditos inesperados, elegante, muy bien producido, con voz angelical que te enamora en los estribillos susurrados de
Perfection,
Lean o
Wolf & I y que también te hace bailar casi sin quererlo en canciones como
Sun Of A Gun,
White Nights o
We Turn It Up.
11. Natalia Kills - Perfectionist
A punto ha estado de colarse en el Top 10 el debut de Natalia Kills. Ella lo da todo para triunfar pero no acaba de conseguirlo, por mucho featuring y muchos vídeos excesivos en plan Lady Gaga que grabe. Lady Gaga es también su inspiración al escribir letras: en casi todos los temas parece que esté intentando emular el famoso "Walk, walk, fashion, baby, work it, move that bitch crazy" de
Bad Romance. Lo que parecía una colección de himnos a lo superficial
se redime al final con las maravillosas
Nothing Lasts Forever e
If I Was God. A este disco, y sobre todo a canciones como
Mirrors, he recurrido muchas veces este 2011 cuando necesitaba más determinación y confianza. La chica se da ánimos a sí misma y te lo contagia.
10. Adele - 21
Tenía muchas dudas sobre si incluir a Adele dentro del Top 10, pero también me parecía muy injusto dejarla fuera. Y es que me alegro de que por una vez en el mundo de la música triunfe la calidad, la emoción y el arte. Ya expliqué por qué el vídeo de
Someone Like You me parecía el mejor del año. No he escuchado el disco tanto como quisiera por dos motivos: primero porque este 2011 he preferido optar por los pensamientos positivos, y sobre todo porque
21 no está entero en Spotify, que es básicamente donde escucho toda mi música desde hace año y medio. Aún así,
Rolling In The Deep y
Someone Like You son puro arte y su éxito es merecidísimo, sin olvidarme de otras joyas como
Rumour Has It y
Set Fire To The Rain. Nadie emociona tanto como la autenticidad de Adele.
9. Noah & The Whale - Last Night On Earth
Desde hace un par de meses, Noah & The Whale me acompañan por las noches cuando escribo. Los descubrí en un episodio de "Cougar Town", pero fue al escuchar entero
este disco cuando descubrí la grandeza del grupo. Relajados, optimistas, con ciertos toques folk, lo suyo es hacer introspección pero con la mirada fija en el horizonte que hay por delante. Cambios de vida y personajes en busca de su futuro con la certeza de que todo irá bien. Básicamente han definido mi estado mental este 2011.
8. Pastora - Un Viaje En Noria
El primer disco del año. No es
La Vida Moderna, eso está claro, pero las clásicas letras de Pastora (esa mezcla entre cotidiana y críptica) y el enfoque algo más rockero del disco me han venido muy bien.
Un Pedazo De Tierra me ha acompañado todo el año y cada vez me cautiva más. Es un disco ideal para caminar de noche por Barcelona, cuando uno vuelve a casa (especialmente
Dolços Somnis y
Octubre). ¿Y qué haríamos sin un buen
Chaleco Salvavidas? Con cada escucha del disco, descubro una nueva canción talismán, descifro una nueva frase mágica, y sonrío. Quizá sean eso los viajes en noria: redescubrir para aprender.
7. Aqua - Megalomania
Mucho se hizo esperar el tercer disco de Aqua. Al final,
el resultado -aunque digno- no estaba a la altura de discos pop perfectos como
Aquarium y
Aquarius. No se trata tanto de que hayan actualizado su sonido como de la pérdida de personalidad. Sí, en algunos casos como
Dirty Little Pop Song,
Like A Robot o incluso
Sucker For A Superstar conservan ese sentido del humor lleno de dobles sentidos sexuales pero en la mayoría de canciones, hablan de discotecas y fiestas banales como en cualquier canción dance del montón, y para hablar de eso hoy en día ya hay gente que lo hace más y mejor. Aún así, no hay nada como caminar por la calle escuchando los mil estribillos de
Viva Las Vegas, mientras
Playmate To Jesus supo capturar muchas de las cosas que he aprendido este 2011.
6. La Casa Azul - La Polinesia Meridional
Otro disco que se ha hecho de rogar, pero en este caso ha cumplido de largo todas las expectativas. Y no parecía fácil, después de algo tan redondo como
La Revolución Sexual. Guille Milkyway vuelve a regalarnos una colección de temazos recién salidos de su baticao de influencias (música disco, J-Pop, eurodance, Eurovisión...). Subidones, palabras que jamás esperarías escuchar en un disco pop, trompetas y sobre todo una retahíla de estribillos certeros que no dan tregua. Cuando crees que tu favorita es
¿Qué Se Siente Al Ser Tan Joven?, entonces irrumpe
La Fiesta Universal, y luego levantas los brazos con
Sucumbir y sigues flipando con
La Vida Tranquila, y así hasta que vuelve a sonar
Los Chicos Hoy Saltarán A La Pista y piensas: "Venga, lo escucharé entero una vez más". Dicen que el mundo se acaba, pero con discos así lo haremos bailando sin parar.
5. Florrie - Experiments
Florrie ha sido mi descubrimiento del año. Guapa, con estilazo, cercana, divertida, apañada y ante todo, rebosante de talento. No quiere fichar por ninguna discográfica; ella va grabando música a su ritmo, se financia la gira a base de acuerdos publicitarios con Dolce & Gabbana y mientras tanto va soltando EPs como
Experiments, que es simplemente perfecto. 6 temazos, uno tras otro, como si fuera el resumen de algún Greatest Hits. Su concierto fueron los 60 minutos en los que más he bailado en todo 2011.
Speed of Light es una locura bailable,
Begging Me es igualmente trepidante,
I Took A Little Something y
What You Doing This For? aportan clase pero es en
Experimenting With Rugs donde la inglesa demuestra que va a por todas: letra y producción impecables, frasazas acerca de la independencia encima de una base musical que sería la envidia de New Order. Llega a lanzar un álbum así y no "sólo" un EP y Florrie se alza con el #1 de mi Top.
4. Those Dancing Days - Daydreams & Nightmares
Ya intuía en marzo que
este disco acabaría siendo uno de los grandes discos de 2011, y así ha sido. De hecho, junto al EP de Florrie, es el único CD que me he comprado original. Desde ese tremendo inicio con
Reaching Forward hasta la mágica
One Day Forever, este grupo de cinco amigas suecas consiguen hacernos bailar, cantar, berrear, saltar sobre charquitos de lluvia a lo largo de 11 temas impecables.
I'll Be Yours es un eufórico canto a la compañía (la de un amigo, la de una pareja, la de ese alguien especial, la de un buen familiar),
Keep Me In Your Pocket y
Can't Find Entrance hablan de la ambición, del no conformarse con lo mínimo porque soñar despierto es mejor que tener pesadillas. No me decepcionaron en concierto.
3. The Sound of Arrows - Voyage
Tuvimos que esperar dos años y medio para viajar por los
paisajes sonoros de The Sound of Arrows, pero mereció la pena. El suyo es un disco atemporal, no suena a los 80 pero
es los 80, es Pet Shop Boys, es Vangelis, es synthpop, es la banda sonora de una película ochentera perdida. Pero ante todo es un disco grabado con mucho mimo, y se nota. Puede que no haya canciones tan redondas como
Into The Clouds o
Magic, pero hay singles pegadizos como
Wonders, hay petardeo elegante con
Conquest, tenemos la cautivadora
Ruins Of Rome y su mezcla de coros infantiles con percusiones militares, los 8 minutos épicos de
There Is Still Hope... En casa, este disco os hará compañía; escuchándolo por la calle, creeréis estar a punto de despegar.
2. El Pescao - Un Viaje Nada-Lógico
Llevaban desde el año pasado recomendándome el proyecto en solitario de David Otero, guitarrista de El Canto Del Loco. Llegó la
reedición del disco con 4 temas nuevos y empecé a descubrir en Spotify un temazo tras otro, hasta que de pronto me descubrí adorando hasta los bonus tracks, las maquetas y las versiones acústicas. Todo.
Te Pido Perdón, pero
Como Me Ves Me Voy y por eso
Cada Día salgo
Buscando El Sol, necesito ver las cosas de
Otro Color, para así dejar atrás cualquier
Historia De Terror y viajar hasta un
Castillo De Arena desde el cual, al anochecer, ya sin mi
Máscara De Pena, contemplaré
La Luz Oscura Del Mar y descubriré que
La Luna Va Y Viene porque ahora sé que era mentira aquello de que
No Soy Nadie, ahora sólo me importan las cosas que me llenan, todo lo demás
Me Da Lo Mismo. He conectado a tope con este disco, con su filosofía de "optimismo a pesar de todo", de confiar en uno mismo contra viento y marea, de mejorar y dejar fluir; se me ha contagiado esa forma de pensar, de vivir, e incluso he intentado plasmarla en este blog. Quizá por eso le tengo tanto cariño y a punto de cerrar 2011, son tantos los momentos, personas y escenarios a los que me recuerda la música de El Pescao que sé que no ha sido #1 por muy, muy poco. Gracias por este disco, David. Más, por favor.
1. Andrea Corr - Lifelines
Pero si hay un disco que se merecía estar aquí es el de Andrea Corr. Es curioso que sea precisamente un
disco de versiones el que me parezca lo más personal y emotivo que se ha lanzado en todo 2011. La cantante de The Corrs lleva sus 11 canciones favoritas a su terreno, y las canta con tanta pasión, entusiasmo, emoción, se lo pasa tan bien grabándolas, el conjunto es tan coherente que te llegas a creer que es una colección de temas escritos por ella misma, sentada al piano en su casita de la campiña irlandesa.
Lifelines es una caja de música que me ha acompañado día a día: de camino al trabajo, trabajando, escribiendo, relajándome en la cama, leyendo, volviendo a casa después de una noche de fiesta, en todos y cada uno de mis viajes. Canción a canción, Andrea Corr me cantaba al oído y me hablaba de mi vida y mis sentimientos. Juntos, hemos aprendido, reído, llorado, añorado, esperado, soñado, sonreído, confiado en el futuro, cantado, escrito, vivido, sobrevivido. Por eso, gracias también a ti, Andrea, por atreverte a grabar y compartir este proyecto. La música como autobiografía y como refugio, sin duda. Más, por favor.