Islands
Año a año, visitas islas. Eres un barco cruzando un archipiélago. Navegas no a la deriva, sino con un rumbo, aunque no siempre sea fijo ni obvio. Lo bueno de la vida son sus sorpresas, los mapas no sirven. Quieres ir a la isla de al lado y el viento o los remos o la corriente te llevan a otra que estaba un poquito más allá. Es la que te tocaba explorar ahora para seguir creciendo.
Atrás quedaron las islas de los caníbales, la de los hombres que no amaban a las mujeres, la del niño que no salía, la de los ojos llorosos, la de Santi y Rubén, la del primer beso, la del beso número 500, la del viaje a Japón y las de muchos otros viajes: Londres, Copenhaguen, Amsterdam, Berlín, Madrid, Elche...
La isla de los domingos en Arena, la del primer concierto de Madonna, la de tu abuela llevándote al cine Verdi a ver una película en versión original, la del chico que te regalaba cómics, la de las partidas al HeroQuest y al Risk hasta altas horas de la madrugada, la de tu madre trabajando de sol a sol pero dejándote siempre una Pantera Rosa en la mochila...
Todavía distingues en el horizonte la silueta de muchas islas, la de aquel verano en Granada, por ejemplo, pero también la isla del chico del piercing y la camiseta roja con quien navegarías durante los siguientes siete años, la isla de Lost y la de Evangelion, cuando corrías con tus amigos por Paseo San Juan porque entonces tu paraíso era Norma Cómics.
La isla del primer Final Fantasy, la de San Juan en la playa, la de tu cuento dramatizado por un grupo de teatro, la de ese cosquilleo al leer La historia interminable, el primero de muchos libros, y la del año en que aprendiste a fluir y a dar las gracias por todas las cosas buenas. Estuvo muy bien visitar esas 29 islas anteriores, aprendiste mucho en ellas. Pero ahora el barco atraca en una isla nueva y misteriosa.
Aquí hay sol, hay árboles, hay nubes, hay amigos que te reciben con cócteles diversos y abrazos que confortan. Hay un trabajo que te llena y que da para ir tirando, para pagar ese piso en la parte tranquila de tu barrio favorito. Hay viajes y hay conciertos que todavía no sabes, ya llegarán. Cada semana, disfrutas de la compañía de un chico que te hace más feliz de lo que por ahora te has atrevido a decirle. Aprendes nuevas recetas. Tienes un libro a puntísimo de nacer. Sí, todavía tienes que explorarla a fondo, pero parece bonita esta isla, la de los 30.
3 comentarios:
Estás vivint eh! Disfruta-ho, perque pots i fas el que t'agrada i a sobre t'ho pots compaginar sense problemes amb la vida! ^^
Te deseo lo mejor para estos "veintidiez" que estrenas. Yo los empecé fatal pero sobreviví y como suele decirse lo mejor está siempre por venir...Un abrazo y disfruta de tu nueva isla!
Instrucciones para cumplir treinta (De la película "Efectos Secundarios"):
http://www.youtube.com/watch?v=-9kP5I0rO98
Això intento, Marc! Gaudir-ho a fons...
Ander, muchas gracias!!! Por ahora esta isla promete, tiene hasta una casa en el Caribe y todo. (Mañana me miro el vídeo, que hoy tengo gente durmiendo en casa...) Muacks!
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