Friends with benefits
El sábado no me apetecía pensar. Ni pasar miedo. Quería una película entretenida, llevadera y previsible. Nada como una comedia romántica para estos menesteres, siempre están ahí para dejarte con el ánimo feliz, creyendo en todas las cosas bonitas. Que haberlas, haylas. Y hay que atesorarlas, lo dice Friends With Benefits.
No la vi en el cine, me recordaba demasiado a Sin Compromiso, que se estrenó casi a la vez. Y sí, la premisa es la misma: follamigos que pasan a sentir "algo más". Pero Friends With Benefits tiene mejor guión, mejores secundarios, mejor selección musical... y unos protagonistas que convencen. Viva la sexérrima Mila Kunis y viva Justin Timberlake (sobre todo sin camiseta y sin pantalones).
Dejarse llevar y, entonces, atreverte no sólo a sentir, sino a reconocer que sientes. Este proceso atravesarán ambos protagonistas. Cada uno a su ritmo, como tiene que ser. En el ajetreo de Nueva York, contarán con los consejos de Patricia Clarkson (que debería salir más, la adoro desde A dos metros bajo tierra) y de un sorprendente Woody Harrelson (convincente gay promiscuo con un corazoncito escondido).
En fin, película de sábado por la tarde, palomitas, helado y sofá, pero bien hecha. Con escenas para morir de amor, alguna que otra risa agradecida y un final que, dentro de lo previsible, sabe sorprender. La magia de Nueva York. Cuando te apetece contarle a ese alguien especial cómo te ha ido un día cualquiera, cuando escucharle cómo te cuenta el suyo es tu momento más feliz... ¿hay algo mejor?
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