Take you higher
Algo no funciona. No puede ser que los mismos políticos que luego piden tu voto, estén insultándote cada día. Por catalán o por parado. Por enfermo, por la edad que tienes, por lo que quieres estudiar, por tu sexualidad. Por parásito. Si de verdad sirvieran al pueblo, no legislarían contra él. Tan sencillo como eso. Los políticos deberían mejorar la sociedad, levantarla. Y están haciendo justo lo contrario.
No leo la prensa (y soy mucho más feliz así) y en este blog no suelo hablar de estas cosas. Pero eso no significa que viva en la parra. ¿Hasta cuándo aguantaremos? Me lo pregunto. Quiero creer que es como cuando un amigo te falla. Siempre está de morros, se enfada y no te lo dice, causa malentendidos en el grupo de amigos. Le defiendes porque es tu amigo hasta que un día dices: hasta aquí.
Las relaciones están para mejorarnos. Los amigos, las parejas, los políticos con el pueblo. Si no me vas a tratar bien, no te necesito en mi vida. Lo contrario es masoquismo. Tengo a medio escribir una novela que trata de eso, de cómo social y personalmente se permiten ciertas situaciones por no darte cuenta de que las riendas las tienes tú. Que te den por culo, sí, pero eligiendo con buen gusto quién lo hace.
Hay que tener en la vida sólo a esa gente que te aporta energía positiva. Los amigos que te escuchan y te abrazan, los novios que se acuerdan del vino que te gusta, los contactos de las redes sociales que te inspiran. La gente que sólo sabe quejarse, fuera. Los políticos que atentan contra el pueblo al que dicen servir, fuera. Que te traten bien es fácil: basta quererlo, pedirlo, invitarlo. Y ofrecer lo mismo.
2 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo. Una cosa es tomar medidas ante la crisis (hasta cierto punto lógico) y otra ir punto por punto atentando contra todos nuestros derechos, el último que quieren cortarnos es el de manifestación creo haber leído. Muy fuerte todo... Lo malo es que ellos tienen el poder y nosotros sólo podemos esperar a las próximas elecciones :(
Mi idea loca es que pierdan toda legitimidad. Que no les apoyemos ni los escuchemos. Organizarnos al margen de ellos. Utopías.
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