I'm gonna get dressed for success
"Perdóname, que hoy estoy fea", me dijo una amiga el otro día. Estaba llorando mientras me explicaba unas preocupaciones familiares. El té se le enfriaba y yo la escuchaba dando sorbos breves a mi capuccino. Sonreí: "Estás muy guapa". Y era verdad. Es guapa de por sí, esta chica, pero aquella tarde, quizá gracias a las lágrimas, los ojos le brillaban como hacía años que no se los había visto brillar.
Siempre somos guapos. Siempre estamos buenos. Siempre deslumbramos. Es cierto que hay días que te miras al espejo y te ves distinto, especialmente apetecible, y eso te genera confianza en ti mismo. Pero en fondo eres consciente de que no te has transformado, eres la misma persona que antes de mirarte al espejo. Así que entiéndelo: brillas incluso llorando, incluso borracho tras unas copas de vino, incluso las noches de lluvia. No seas una de esas personas que alejan a los demás porque dudan de su propia belleza. No hay nada menos sexy que rechazar un cumplido. Estás bueno, créetelo. Da las gracias cuando te digan lo guapo que estás.
Que no te pillen dando un paso en falso. A todos nos ha pasado: te cruzas por casualidad con alguien especial y piensas: "Ojalá me hubiera vestido mejor. Ojalá me hubiera peinado antes de salir de casa. Ojalá... Así se habría fijado en mí". Hay que convertir esos ojalás en costumbres. Sal de casa siempre bien vestido, siempre bien peinado. Date el lujo de echarte cada mañana unas gotas de colonia y perfume. Cualquier día puedes querer dar un giro de timón y tienes que estar preparado.
Aunque vayas a quedar con un amigo al que no quieres impresionar (al fin y al cabo, es solo un amigo), prueba a estar deslumbrante también esa tarde. Igual te presenta a unos amigos y uno de ellos te hace sonreír. Tendrás que conseguir que él sonría al verte también. Siempre actitud triunfadora, siempre sonriente. Si tienes que pedir perdón, que sea por estar tan guapo también hoy.
6 comentarios:
fiu fiu!
Una impresionante e interesante señora, con la que charlé casualemente un día, me dijo: "sal siempre a la calle como si fueses a encontrar a la persona de tu vida, así siempre te verás maravillosa"
Gracias, Joxxe :)
Pues Lidia, de hecho creo que esa misma frase ya me la dijiste en tu penúltimo viaje a Barcelona, y estaba cabalgando inconscientemente mientras escribía esta entrada. ¡Me suena mucho la anécdota! Yo desde luego lo sigo a rajatabla. Voy a trabajar como si tuviera una cita jajaja. También me gustó mucho una frase de Albert Espinosa, sobre descubrir tu verdadera forma de caminar. ¡Hay que caminar haciendo temblar el suelo!
Vaya entrada más idónea para levantar el ánimo! Debería leerse de forma obligatoria aquellos días que uno esté más alicaído para relativizar las cosas y enfrentarse a ellas de mejor humor.
Yo creo que inconscientemente siempre lo hago, arreglarme como si fuera a conocer a la persona de mi vida; si antes de salir a la calle me veo anodino más de una vez me cambio; por no hablar de las incontables veces los fines de semana etc que al prepararme tengo en la cabeza como un mantra la canción de la frase que titula el post. Aún así debo admitir que me cuesta muchísimo aceptar cumplidos de forma natural, es algo que tengo pendiente...
Muchas gracias, David. Como siempre, gustan más las entradas que salen de un tacada, sin apenas corregirlas siquiera. Nota mental para el Alex escritor: ¡improvisa!
¿Así que no soy el único que utiliza Dressed For Success para acicalarse? Yo antes respondía a un cumplido con otro, pero era como decir que el que me dirigían a mi era de compromiso... Así que ahora me lo creo y digo: "Gracias" con una sonrisa. Los cumplidos se sueltan cuando se sienten.
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