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This way could be my Book of Days

Se puede leer por muchos motivos. Y se puede leer todo tipo de libros, que para eso los venden. Lo importante es que, con un libro en las manos, seas invencible. Sí, invencible porque el buen libro te aísla: deslizándote por sus páginas no estás exactamente aquí, aunque realmente te sientas más aquí, más tú que nunca. Te aferras tan fuerte a esa piedra de papel encuadernado. Durante esas horas es lo único que tiene sentido. Y eres feliz, porque de eso se trata, de esa  plenitud, de cerrar un libro con la sensación de que estás un paso más cerca. ¿De qué? Ya se verá. Dependerá de ti, del libro, del camino.


El primer libro del que tengo recuerdos (aunque, por supuesto, no fue mi primer libro) se titulaba Quan la Tina marraneja. Tendría yo 6 o 7 años y, como es lógico, a esa edad no le veía ningún doble sentido al título. Solo sabía que era infumable. A Tina no le gustaba la col lombarda y a mí no me gustaba que me explicasen que no le gustaba la col lombarda. No me aportaba nada. O no conectábamos. Leí una y otra vez aquel primer capítulo, un bucle creado por mi propio aburrimiento, como si a base de releerlo, las desventuras alimenticias de Tina fueran a volverse interesantes. Sobra decir que no me acabé el libro a tiempo para el examen.

Mi idilio con los libros podría haber terminado ahí mismo. Pero tomé otra decisión: leer solo los libros que me gustasen. O como mínimo los que me atrayeran, porque ya lo he contado otras veces: los libros te llaman, sientes que tienes que poseerlos a toda costa, como Bastian al ver el volumen de La Historia Interminable en la librería de Koreander. Tuve la suerte de que mi madre y sobre todo mi abuela alimentaran esta sed lectora sin poner trabas. No todas las abuelas regalarían un ensayo sobre Jack El Destripador que se le ha antojado al nieto de 11 años; la mía sí, y por eso (y por muchas otras cosas) la quise tanto. Ahora sonrío cuando, en mi tienda, alguna abuela no se atreve a comprarle un tomo de Dragon Ball al nieto. Si supieran...


Con los libros he crecido. Pegué el estirón leyendo a Stephen King y Michael Crichton, desembarqué en la edad adulta de la mano de Terenci Moix, durante mis primeros trabajos basura encontré consuelo en las páginas furiosas de Chuck Palahniuk y David Foster Wallace, refloté el año pasado con la compañía de Albert Espinosa, los samurais, Javier Montes, Mathias Malzieu... Cuando he cambiado de casa, siempre ha habido unos títulos y unos autores que tenían que venir conmigo sí o sí para que aquellas cuatro paredes se sintieran como un hogar. Luego ya llegarían los muebles. Son estufas, los libros. El placer del agua cálida en verano.

Así que... ¡Feliz Sant Jordi a todos! Especialmente a quienes, como yo, hoy no vayan a recibir un libro. Pero nos lo autorregalaremos. O cogeremos uno de la estantería y lo releeremos. O lo escribiremos, si es necesario. Sea como sea, leed mucho y leed a gusto.

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8 comentarios:

NoChu dijo...

A mí me provoca mucha admiración la gente que "sabe" leer. Por circunstancias de la vida nunca he sido un ávido lector. Soy más de cosas cortas, fugaces. Sí que hay algún libro que me ha fascinado y que recuerdo gratamente: El manuscrito carmesí me fascinó por la belleza de las frases que lo componían, o El perfume que me atrapó desde la primera frase y parecía que podía oler todo lo que describía el autor... Ahora soy más de ensayos, de libros que intentan explicar el mundo, pero me encantaría "aprender" a leer.
La próxima vez que vaya a Barcelona, voy a ir a Haiku, y tú me vas a recomendar un libro que me voy a autorregalar. Porque nunca es tarde para aprender.
Feliç Diada de Sant Jordi! :)

Alex Pler dijo...

Cariño mío, alguien que se ha leído "El manuscrito carmesí" o "El perfume" sabe leer... Otra cosa es que no te conformes con cualquier cosa y tengan que ser libros que, por un motivo u otro, te provoquen mariposas lectoras. Yo encantado de que vengas a Haiku, ya lo sabes. Feliç Sant Jordi a vosotros dos! :)

Jorge dijo...

A mi es un día que me encanta porque saca la lectura y los libros a la calle, cosa que nunca está de más, y porque además coincide con mi santo, por lo que siempre me cae algún librito ;-)
¡Feliz Sant Jordi!

Alex Pler dijo...

Claro que sí, todo lo que sea promocionar la cultura hay que apoyarlo. Lo feliz que me hace cuando entre los más vendidos está un buen libro...

¡Feliz Sant Jordi y feliz santo! :)

Gorka dijo...

Recuerdo perfectamente el libro que comentas aunque yo lo conocí como "Cuando Tina berrea", alguien intentó hacérselo leer a mi hermano sin éxito alguno... Que yo recuerde, siempre he tenido un libro entre las manos desde niño (o un cómic). El primero que me viene a la memoria que me marcó y releí mil veces de niño fue "Aniceto el vencecangüelos", del cual todavía hoy puedo citar la primera página de memoria. De ahí hasta "El topo" de John LeCarré que estoy leyendo ahora va un trecho, toda una vida jejeje...
Feliz San Jorge y yo también me pasaré pronto por Bcn y por supuesto por Haiku y espero tus recomendaciones en vivo!

Alex Pler dijo...

Jajajaja, qué fan soy de poder compartir el recuerdo del libro de Tina. Ayer intenté buscarlo en castellano pero se ve que eso de "Cuando Tina guarrea" no les sonó bien jajaja. Las trayectorias lectoras son muy interesantes, recordar por dónde empezamos y cómo fuimos saltando de una cosa a otra, gracias a Pesadillas me animé a leer a Stephen King y de ahí me saturé de terror y busqué algo más íntimo que me lo dio Terenci Moix... Un día tengo que ponerme en serio y hacer un mapa literario, con el recorrido, los años... De LeCarré no he leído nada, por cierto. La peli la vi y estaba bien, pero sin más.

Se te espera con los brazos abiertos en Haiku, que mira que tengo ganas de que vengáis y sois los más remolones jejeje. Un besote!

Gorka dijo...

Sin duda yo también debería hacer mi mapa literario, tendría paradas de lo más improbables, como mi primer libro "de adultos" que fué "Flores en el ático" (ejem...) Y tendría parada obligada en Stephen King (intenté leer "It" con 12 años y me dió tanto miedo que no me atreví a retomarlo hasta los 18). De LeCarré puedes empezar con "El jardinero fiel" (maravilloso); "El topo" es más árido pero si logras entrar es fascinante (la peli es estupenda aunque se queda algo fría).

Y lo dicho, en un par de meses me tendrás allí!

Alex Pler dijo...

"It" es terror absoluto, no recuerdo con qué edad lo leí pero casi muero en el intento... Con el tiempo sigo pensando que es su mejor libro, o casi-casi.

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