Occupy your mind and you'll believe
Pensar demasiado puede ser peligroso. Me preguntaba un amigo el otro día qué podía hacer para evitar darle tantas vueltas a todo. Estaba pasando por una de esas etapas que das vueltas y vueltas a la cabeza y parece que hasta lo bueno se vuelve malo. "Muy fácil: hacer cosas", le dije. Sonará tonto, pero en estos casos no hay más secretos que mantener la mente ocupada.
Recuerdo una etapa que viví, hace más de 10 años, sin trabajar ni estudiar. Mis problemas de entonces eran poco menos que chorradas, pero de tener tanto tiempo para pensar en ellos, crecieron hasta volverse monstruosos, inabarcables. Ahora miro atrás y me río de aquellos días donde cada minuto era una losa y hasta salir de la cama parecía un reto.
Tener tiempo libre es bueno y necesario. Tener demasiado tiempo libre, no. Hay que aprovechar ese tiempo libre para hacer cosas. Quedar con amigos, dejarse llevar por su alegría, obtener otros puntos de vista sobre las cosas que te inquietan. Ir al cine, leer buenos libros, ver series, escuchar mucha música (¡pero no sólo de la depresiva!), salir, ir al teatro, a conciertos. Pasear por tu ciudad. Descubrir nuevos rincones mágicos. Viajar si te lo puedes permitir, cambiar de aires. Luchar contra esas ganas de quedarse acurrucado en casa, dando vueltas en el sofá o en la cama de sábanas frías. Bien acompañado y bien entretenido, las heridas acaban curando.
El otro día paseaba por mi barrio, Gracia, y en la plaza de la Virreina pasé junto a unas chicas que saltaban, giraban y sonreían mientras una amiga les tomaba fotos. Una de ellas tenía en la mano una apetitosa pita a medio comer. Sus vestidos -uno rojo con topos blancos y el otro muy verde- se movían al viento y el sol les iluminaba el cabello. Bailaban sin necesidad de música. Probablemente eran turistas. En cualquier caso, sonreían mucho y te contagiaban esa felicidad. Estaban disfrutando de una soleada mañana por Barcelona, sin más. Así habría que enfocar nuestro tiempo libre.
2 comentarios:
Ya, claro, el problema supongo que surge cuando tienes todo el tiempo del mundo y cero dinero para comprar libros, ir al teatro, turistear o ir a tomar algo con los amigos... :P
Jejeje, también es verdad pero siempre se puede releer los libros que ya tienes, recurrir a Spotify, invitar a amigos a cenar a casa y pedirles que se traigan algún DVD ¿no?
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